lunes, 20 de marzo de 2017

Mi Biografía Hasta mis 20 Años.

Mi Biografía
En el Zócalo de la Ciudad de México
Diciembre de 2012
Yo nací en la hermosa ciudad de México y muy cerca de la plaza de la Constitución (Zócalo), por eso me siento muy Mexicana.
Mis papas nacieron en el interior de mi México hermoso, ellos se casaron muy jóvenes, como se acostumbraba en esa época.
Fui la más chica de tres hermanos varones, o sea, no tengo hermanas. Nací en los primeros meses del año y, voy con la mitad del siglo, o sea que ya tengo bastantitas primaveras, pero me siento todavía una niña, pues me gusta jugar, correr, subir a los árboles y todo lo referente a la niñez y juventud. Cabe decir que que mi comportamiento es completamente acorde a mi edad, salvo esos momentos que me sale ser pequeñín. 

Mis Primeros Recuerdos
Si alguien tiene los derechos de esta foto y
quiere que la retire, por favor comuníquenmelo a
través de un comentario en esta misma página
Mis más lejanos recuerdos son de cuando tenía dos años, yo siento que esos recuerdos son un sueño, pero como los describo, mi mamá dice que sí fue así y son recuerdos de mi bisabuela. Ahora, pasando al tema que nos compete, mis recuerdos de cuando sentí por primera vez la atracción de las cosas femeninas, fue alrededor de los cuatro años, recuerdo que mi mamá contrato a una señora que tenía un hijo de mi edad, entonces cuando ella planchaba, el niño y yo jugábamos, recuerdo que una ves encontré unos pasadores para el pelo y, me emocioné mucho el que nos los pusiéramos.
Yo se que a esa edad un niño no tiene noción real de lo que es el género, pero como me crié en un ambiente machista, de alguna manera mi inconsciente de niño sabía que estaba prohibido que un niño se pusiera cosas de niñas.

Durante la Primaria

Cuando tenía seis años mis papas nos llevaron a ver una película, sinceramente no se de que trataba ni mucho menos que película era, solo me quedo grabado que vestían a un señor de mujer y después salía y todo mundo se reía, no se si de él o por otra razón, lo importante es que me fije en ese detalle, que cualquier otro niño o niña de esa edad, no le hubiera prestado atención, pero supongo que algo influyo, pues me acuerdo perfectamente de esa escena. Otra cosa que recuerdo, fue que un día mi mamá nos contó que para ser niña solo bastaba el ponerse un vestido y ya, curiosamente no me

entro el alboroto de ponerme un vestido para ser niña, simplemente lo asimilé y no se que tanto influyo en mi feminidad y, sinceramente no me interesa saberlo. Después a mis ocho años mis hermanos y yo nos pusimos a jugar en la recámara de mis papas, no recuerdo por que razón mi hermano mayor se puso un vestido de mi mamá, era de esos vestidos de falda doble circular, muy a los años cincuenta, también me gusto mucho ese juego, pero esa culpa (inconsciente) que empezaba a sentir en esa época, meobligo a no ponerme ese vestido en ese momento, claro que más adelante lo hice, según yo me veía muy bien, pero seguro que ni me veía, ya que en esa época, yo era muy chiquita (aproximadamente 8 años) y como les digo, ese vestido tenía mucha tela. A partir de esa época, empecé a ponerme los vestidos y faldas de mi mamá cada vez que me quedaba sola en casa. En esa época, aunque era muy chica todavía, más o menos seguido me quedaba en casa, por lo que disfruté muchas vese la ropa de mi mamá.
En el edificio donde vivíamos tenía amigos con los que jugábamos casi todos los días, también había unas vecinas, eran tres hermanas, la más grande era un año menor que yo y a ellas, obviamente solo les permitían jugar jugos de niñas, por lo que rara vez podía jugar con ellas, pero cuando jugaba con ellas, era a la casita, y obviamente yo hacia el papel del papá, no me molestaba, al contrario me gustaba mucho. Una ves les propuse que cambiáramos de papel y que yo fuera la mamá, me vieron raro, así es que  y jamás volví a proponer seméjate cosa, curiosamente, cuando yo no jugaba con ellas, una de ellas hacía el papel del papá. Para que se den cuenta como en esa época las niñas y niños ya teníamos muy metido el machism, una mujer sí podías hacer el papel de un hombre, pero al revés, era intolerable.
 La primera ves que me puse un vestido delante de otraspersonas, fue cuando tenía doce años, en la casa de los vecinos donde eran tres chicos, estábamos jugando a las cartas y el que perdiera se tenia que poner un vestido de la mamá de ellos, por más que quise perder no se me dio, perdió Hugo, el más chico de ellos y lo tuvimos que vestir a fuerzas, pues el no quería, yo le dije que también me pondría un vestido para que se animara, al fin lo hizo y nos reímos, después nos quedamos Hugo y yo solos en la recámara, entonces le dije que ahora me tocaba a mi, y el dijo que no era necesario, pero yo le dije que cumpliría mi palabra, el caso es que estaba terminando de ponerme el vestido cuando entran todos los demás y me sentí muy mal y extremadamente culpable, obviamente todos se rieron de mi, pero jamás se volvió a comentar la anécdota.

Jugando a la casita


En sexto año de primaria el maestro castigaba a los niños que se portaban mal, poniéndoles un delantal de las niñas, por más que traté de que a mi me pusieran uno, nunca lo logre, creo que le caía bien al profesor y nunca me castigo, curioso que cuando una más quiere que la castiguen, no pasa nada ¿verdad?



Durante la Secundaría
Al pasar el tiempo, no volví acercarme a los vestidos en presencia de otras personas, por el miedo a ser ridiculizado, solo me quedaba ponerme la ropa de mi mamá, pero como mis hermanos ya eran jóvenes, iban y venían a la casa, se volvió muy peligroso ponerme la ropa de mi mamá, así es que solo me quedaban mis fantasías, recuerdo que cuando estaba en una clase muy aburrida, me puse hacer una lista de la ropa, que como mujer debería ponerme, mi lista era: pantaletas, liguero (en esa época no se habían inventado las pantimedias), medias, fondo, vestido, etc. Después de hacer esto me sentía muy pero muy mal, me sentía un "bicho" raro y, siempre me decía que cuando entrara a la Prepa dejaría esas tonterías.


Violeta, la mejor amiga de Fernando, lo persuadió para
ir como dos chicas al baile de graduación de la secundaria.
Muchos de sus compañeros bailaron y se enamoraron de él,
sin saber que era su compañero de clase, Fernando.
Personalicé esto hechos, pero sí es verdadera, la historia,
pasó en los EEUU.
Aquí cabe hacer una reflexión sobre esto, por todas las hoja personales que he visitado en el Web, me he dado cuenta que estos remordimientos de conciencia que nos entran son naturales, pues estamos sintiendo algo que va en contra de cómo nos educaron, ESE ES EL PROBLEMA, tenemos que romper ese prejuicio social, si te gusta verte bonita, ¡¡¡hazlo!!! Y ponte muy bonita, si te gustan los hombres y hay uno que te hace caso y que además, te gusta, pues adelante, y si te gustan las mujeres, pues también adelante, tenemos que entender que somos libres de elegir lo que queremos, para de esa forma ser cada día más felices, ¿o no lo creen?




Cuando estaba a mitad del tercer año de secundaría, llego a la casa a vivir Tina, una amiga de mis papas de Cd. Madero y, ella había estudiado el la Universidad de San Luis Potosí, ella era un chica de 26 años y, obviamente vestía a la moda. Una ves que me quede sola, me puse un vestido de ella,  y parecía que éramos de la misma talla, al verme en el espejo con un vestido de mi talla y moderno, fue lo máximo mis queridas lectores, les aseguro que esa sensación que hasta la fecha la siento dentro de mi. Me lo quite y en el momento que lo guardaba oí que entraron mis papas, obviamente me asusté como nunca, eso hizo que no lo volviera hacer.

Durante la Preparatoria
Al entrar a la Prepa según yo, ya no me vestiría de chica, pues además me había dado cuenta que me gustaban mucho las muchachas, me dedique a estudiar y hacer deporte, sobre salí a nivel Nacional en esgrima, me gustaba mucho sobresalir en deportes, ya que las chicas me elogiaban por mis triunfos, pero aunque esto me hacía sentir muy bien, no podía decirle a ninguna chica que me gustaba y que si quería ser mi novia, pues mi timidez con las mujeres era extremadamente grande, eso me hacia sentir muy mal. Lo curioso es que nunca pensé, qué pasaría si a mi novia supiera que me gustaba usar faldas.

Cuando estaba en segundo año de prepa, Tina ya vivía en su departamento y nosotros nos habíamos cambiado de casa. Un día, Tina me invito a Cd. Madero, a visitar a sus papas y hermanos, yo con gusto acepte, me acuerdo que me divertí mucho, pues sus hermanos eran de mi edad y diario nos íbamos a jugar fútbol o a nadar en la alberca de un amigo de ellos, o a la playa en fin, esa semana la pase muy bonito y la recuerdo con mucho cariño. Cuando regresamos al DF estaba lloviendo muy fuerte, entonces yo
Una vieja fotografía donde estoy
en una competencia de florete,
en 1969, ya estaba en el primer
año de la Facultad.
salí de la estación de los camiones (en ese entonces no existían la TAPO) para conseguir un taxi que nos llevara a su departamento, yo quede echa una sopa, hasta mis calzoncillos había que exprimirlos. Estando en su casa me dijo que me metiera a bañare con agua caliente para que no me fuera a enfermar, así lo hice, me seque y me acordé de toda mi ropa estaba sucia, y bien sucia pues cada muda la había usado dos días pues no tuve tiempo de lavarla, entonces le dije a Tina, así es que me dio un bata para que saliera del baño, me dijo que iba a hablare por teléfono a mis papas para que cuando vinieran por mi, me trajeran ropa, pues ella no tenía lavadora y era imposible salir a lavar por la lluvia. Cuando regreso me dijo que hasta el día siguiente vendrían por mi. Entonces Tina me dijo que le diera la bata porque ella se iba a bañar y que me dejaba una ropa en la cama y, que me aguantara, ya que era una situación de emergencia, me metía a la recámara y le di la bata con la puerta entreabierta para que no me viera. Al voltear me encontré con unas pantaletas nuevas, todavía tenia el precio y con una falda de tablones a cuadros y un suéter femenino.

Gustosa me puse mis primeras pantaletas, oh, fue lo máximo, no paso de que merendáramos y nos fuéramos a dormir sin antes, recibir unas clases de cómo se debe usar una falda, sentarse caminar etc., eso lo hacíamos en broma, bueno eso creía ella, pero yo estaba feliz. Ah, se me olvidaba, también fue la primera vez que dormí con un negligé, pues a ella le gustan mucho, tenía diez, y muy hermosos. Al día siguiente llegaron mis papas y rápido me vestí y nos fuimos a la casa. Este incidente fortuito me hizo darme cuenta que mi feminidad estaba ahí, que solo la había reprimido y de cierta forma me había sentido incompleta durante dos años. A partir de ese momento cada vez que podía quedarme sola en el departamento de Tina lo hacia, ya saben por que ¿verdad?
En tercer año de prepa sucedió que en las tardes tenía que ir a al centro a entrenar esgrima y a la hora que salía el camión que iba a mi casa ya no pasaba, por tal motivo tenía que irme a casa de Tina, ya que mi hermano al salir de la facultad de Ingeniería, pasaba por mi y, nos íbamos a la casa, si era viernes, Tina se iba con nosotros a la casa a pasar el fin de semana. Así es que cuando llegaba yo a la casa de Tina para esperar a mi hermano, platicábamos un poco y después se hacia un poco aburrida la situación, hasta que empecé a decirle que si me ponía un vestido de ella como juego para pasar el tiempo. Ella acepto sin ningún remilgo, como yo siempre fui
A mis veinticinco años, en mi casa.
delgada no tuve mucho problema para que me quedaran algunos de sus vestidos. Así paso casi seis meses y todos los viernes era lo mismo, hasta que ella me dijo que se le hacia raro que me gustara ponerme sus vestidos y yo le contesté que solo era para pasar el rato, en lo que mi hermano llegaba por nosotras para ir a la casa. Ella me contestó que no, que eso era algo más, el caso es que me acorralo y le tuve que decir que siempre me había gustado ponerme ropa de mujer, entonces me hizo la pregunta ¿entonces te gustan los hombres? Le conteste que no, al contrario me fascinan las chicas y me gustan mucho, ella sabía que me gustaba mucho la hermana de mi mejor amigo. A la semana siguiente que llegue a su casa me dijo: Fer, he estado pensando esto por mucho, y he llegado a la conclusión que debes ir a ver a un psiquiatra, yo te doy el dinero. No me quedó otra que aceptar, por que si no, se lo diría a mis papas. Pues al llegar con el psiquiatra, yo le empecé a contar lo que me pasaba y al terminar me dijo, no te apures, no eres homosexual, por lo que eso se te pasará y no te apures más. No pasaron más de tres sesiones y la ultima, me dijo que simplemente evitara ponerme ropa de mujer y que eso era todo (que fácil ¿verdad?, si así fuera todo en este mundo sería de lo más aburrido, ¿no creen?). Yo mañosamente le dije a mi amiga Tina que el doctor me había dicho que podía vestirme cuanto quisiera, que eso se me quitara poco a poco, ya que no era homosexual. Entonces ella me dio permiso para ponerme su ropa las veces que quisiera, en ese entonces ya estaba en el primer años de la facultad..
Lo que ella no sabía es que yo empecé a ahorrar dinero para comprar mi ropa interior, zapatillas y una peluca. Para esto les pido que lean “Mi primera salida a la calle


No me canso de poner esta fotografía (restaurada), que corresponde a la primera vez que salí a la calle
en tacones altos.

El resto de mi vida trasgresora, a partir de esa primera salida, la iré poniendo poco a poco, no va a ser cronológica y, serán solo las aventuras en que me paso algo importante para mi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida Fernanda: Como dices en el texto, a todas nos pasan las mismas o muy parecidas situaciones. La gran diferencia es que te has atrevido a dejar que brille tu femineidad, que es inspiración para mi. Recibe un fuerte abrazo de
Angélica.

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