Desde hace muchos años tengo una amiga inglesa, se llama Lucy Hamilton, una vez le pedí si me podía platicar la historia de sus inicios, y esto es lo que me contestó:
That was good enough for me. I didn't wait to hear about the alternative.
As a 4 year old, I knew that what I really, really wanted to be was one of those nice, sugary and spicy things - a Girl!
My lucky break came when I was 13 and sent to an all boys boarding school.
At the end of the first term, each class did a short play: We did the mad hatter's tea party from
“ALICE IN WONDERLAND” and guess who played Alice in a pretty blue dress with a white apron and stockings?
Apparently I was a natural Girl because the next year I was chosen to play Juliet in a modern dress version of “ROMEO & JULIET”.
It must have been obvious to both the costume mistress and my mother that I loved the role and the teenage Girl's clothes because they allowed me to keep the lovely short pink party dress over a white bouffant petticoat that I wore for the ball scene.
Mama instinctively understood my femininity and not only allowed me to dress regularly at home, but also gave me the guidance with clothes, make-up and hair (but not boys!) that a mother naturally gives a daughter.
Consequently my teenage years were wonderfully happy and uncomplicated.
She is still Lucy's closest friend and supporter.
My career (as a man) has taken me all over the world, but Lucy always goes too, so I have Girl-friends, Tranny-friends and Boyfriends of many nationalities.
I live a full life as a woman, shopping for dresses, shoes, lingerie and make-up, going to the beautician and hairdressers, and visiting restaurants and clubs with friends.
Tomando esto como un tema para un relato, escribí un cuento, que dice así:
A mis 4 años de edad, sabía que yo quería ser una de esas cosas graciosas, agradables y hermosamente vestidas; una niña. Mi oportunidad llego cuando tenía 13 años, estaba en un colegio solo para varones. El director decidió que a partir de ese año, cada grupo haría la presentación de alguna escena correspondiente a un cuento o novela. En esa primera ocasión, el director de la escuela había decidido que se llevaría a cabo “Alicia en el País de las Maravillas”, a nuestro grupo nos tocó hacer la escena del té en la mesa del sombrerero y el conejo y otros personajes.
La maestra pregunto que quien quería hacer de Alicia, de lo emocionado que estaba, alcé mi mano, lo bueno que ningún otro chico quiso hacerlo, es más, de hecho nadie quería hacerlo, pues la maestra me dijo –que bueno que quieres hacer este papel, porque siempre lo difícil es hacer que un chico quiera interpretar un papel femenino- en ese momento me di cuenta y me ruboricé, la maestra al verme apenado me dijo que no había ningún problema, que no me diera pena, que muchos hombres en el teatro habían interpretado a mujeres, que era algo común, de hecho, en la época de Shakespeare y Cervantes no existían mujeres en el teatro, siempre eran hombres quien interpretaban los papeles femeninos. Eso me dejo un poco más tranquilo. Una vez que la maestra termino de repartir los papeles de cada chico en la obra, nos entregó una lista de cosas que nos tenían que comprar nuestros padres para la obra. Yo tenía ansias de ver la lista, pero estaba en un sobre cerrado, así es que en todo el camino a la casa iba ansioso de ver que es lo que me tenían que comprar. Pero en lo que el camión de la escuela nos llevaba, me quedé pensando que a lo mejor no le iba a gustar la idea a mi mamá de que hiciera el papel de la niña Alicia, eso me dio un poco de miedo, así es que cuando entré a la casa, no hallaba como decírselo a mi mamá, empecé a rondar en la sala donde estaba mi mamá sentada bordando un pañuelo, me vio de reojo y me dijo, “Nando”, que me quieres decir, porque cuando te pones así es que quieres decirme algo…le contesté, eeeesste, fíjate que en el salón van a representar la escena de Sombrerero tomando
el té del cuento de Alicia en el País de las Maravillas, y la maestras me escogió para participar… entonces mi mamá me preguntó que qué papel iba representar ¿serás el sombrerero o el conejo blanco? Entonces me ruborizo mucho y le digo no mamá, bajando la voz dije –Alicia- Inmediatamente agrego, -pero si tu no quieres no lo hago mami. Entonces mi mamá se sonríe y me abraza diciéndome, si quieres hacerlo tú, yo encantada, además te hice pasar un mal rato, pues me hablo tu maestra para decírmelo, además ese día veré a una hija que no tuve, pues siempre quise tener una hija y también un hijo, pero ya vez, tuve tres hijos. Haber, ven vamos a tomar un refresco en la cocina y hablamos de tu representación, me dijo mi mamá. Ya sentados mi mamá me dijo, quieres simplemente ponerte el vestido de Alicia y verte como un niño con vestido o ¿quieres verte realmente como Alicia? Como Alicia mamá, rápidamente contesté, -ya me lo imaginaba hijo- Pues te verás como Alicia. Mañana iremos a ver a la modista para que te confeccione tu vestido y después iremos al centro comercial a comprarte algunas cosas. Bueno vete hacer tus deberes de la escuela y después, podrás salir a jugar con tus amigos, sí mami, le contesté.
Al día siguiente me paró mi mamá temprano, desayunamos, nos arreglamos muy bien y nos fuimos. Primero pasamos a la casa de la modista, que era una señora que vivía a tres cuadras de nosotros, ella más que modista de mi mamá era su amiga, pues se conocían desde hace mucho tiempo. La señora Elvira nos recibió, saludándonos con mucho entusiasmo, pues hacía un buen tiempo que no me veía. Hola Fer, ya me contó tu mami que harás el papel de Alicia en tu escuela, -sí señora- con mucha pena se lo dije, entonces ella me dijo –no te de pena Fer, solo es una representación
y toma en cuenta que en el teatro siempre hombres han interpretado personajes femeninos sin ningún problema, anda pasa que te voy a tomar las medidas para hacerte el vestido. Pasamos a un cuarto donde me subí en un banco y me empezó a tomar medidas, mientras me decía –si quieres puedo hacer el vestido muy simple, quitarle lo más posible lo femenino, como un reflejo dije no, en eso me doy cuenta y me pongo rojo de vergüenza, entonces la señora Elvira me dice, -a que bueno que lo quieres bonito, verás que hermoso te lo voy a dejar- terminó de tomarme las medidas, así es que nos despedimos, pero antes, la señora Elvira nos dijo que la semana entrante fuéramos para hacer las pruebas y corregir el vestido. De ahí fuimos a la zapatería, mi mamá le explicó a la dependiente que yo haría una obre de teatro y representaría a Alicia en el país de las maravillas, que queríamos uno zapatos para esa representación, entonces la señorita me dijo siéntate y te traigo varios modelos a ver cuales te gustan, para eso le preguntó a mi mamá el número que calzaba, contestó mi mamá del 4. Ella trajo varios paras de zapatos, de los llamados “Mary Janes”, en diferentes colores y con distintos grabados, escogí unos azul cielo y con un moño al lado. De ahí nos fuimos a una tienda que vende accesorios para las damas, entramos y fuimos directos a la zona de pelucas. Nuevamente mi mamá habló con la encargada y le explico lo que queríamos, entonces ella trajo varias pelucas, me sentaron y empezaron a probármelas, la señorita le dijo a mi mamá que la mejor era la de pelo largo, pues siempre en todos los grabados tanto de la época en que se escribió el cuento, ponen a una niña de pelo largo. Así mi mamá escogió una de pelo castaño claro, que era la que mejor quedaba con el color de mi piel, pero antes de comprarla me preguntó que si me gustaba, yo solo asenté la cabeza. Por dentro de mi estaba extremadamente emocionado de ver que mi mamá me estaba comprando cosas de niña y, que eran para mi… Claro que yo trataba de disimular lo más posible, verlo como si fuera una rutina cualquiera. Finalmente fuimos a comprar la ropa interior. Estando ahí, mi mamá escogió unas calcetas azul pálido con encaje bordado en forma de moños, muy parecida a la de los zapatos. Después de comprar las tobilleras me dijo mi mami -oye Fer, yo sé que los calzoncillos no es necesario que sean de niña, pero yo quisiera comprarte unos, pues siempre tuve esa ilusión de comprar ropa de encaje de niña, aunque si quieres no te la pones, simplemente me daré ese gusto, ¿te parece?- Le conteste; claro que sí mami, no te preocupes mamá, según yo se lo dije con mucha indiferencia. Mi mamá agarró un juego de pantaletas con olanes en la parte trasera y una camiseta que hacia el juego, además agarró 5 pares de pantaletas, volteó a verme y me se sonrió cuando fue a pagar. Después fuimos a ver las faldas y blusa, entonces le dije a mi mamá que para que, si ya me iban hacer mi vestido, entonces me dijo, ¿oh! Fer, déjame, quiero sentir el placer de compara esta ropa, aunque tú no la uses. Finalmente fuimos a comer, ya relajados de tantas cosas que hicimos, me empieza a decir mi mamá, bueno Fer, primero una señorita no come como lo estas haciendo, los brazos procura tenerlos siempre pegados a tu cuerpo, solo mueve los antebrazos brazos y las muñecas, pero de manera delicada, tus piernas juntas, yo oyéndola muy atento, empecé hacer lo queme decía, al cabo de terminar de comer, ya había aprendido sentarme y a comer como una chica. Al terminar nos fuimos a la casa, llegamos y nos pusimos a descansar viendo la tele. Yo me senté como siempre, entonces me dijo mi mami, ¡Fer ven acá! Al ir tras de ella a su cuarto, donde dejó las cosas que compramos me dijo -te volviste a sentar como un niño-, entonces le dije; es cierto, ya no lo vuelvo hacer. Mientras traigas pantalón lo seguirás haciendo, pues estas ya acostumbrado, para eso compré las faldas y blusas, para que andes aquí en la casa y aprendas a moverte como una chica, mis ojos brillaron, y rápido reaccioné y le digo a mi mamá, creo que no es necesario, entonces ella me confirma, -pues yo creo que sí, claro que si no quieres… Obviamente le dije que sí. Lo que dijo mi mamá era cierto, en el momento que me puse la falda, empecé a tener más cuidado de como moverme en general.
Lewis Carroll, autor de Alicia
País de las MAravillas.
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En la escuela, en las tardes hacíamos los ensayos, la profesora quería que todo saliera muy bien, pues había un premio para la mejor representación y, los jueces que siempre eran los profesores que no tenían grupos en el concurso, calificaban varios aspectos, como la representación de todos los participante, en particular si se destacaba alguno o varios de cada grupo. El vestuario, se podía elegir una de las ilustraciones que han aparecido desde que se publicó el cuento en 1865 por Lewis Carroll. En nuestra época el más conocido son las ilustraciones de Walt Disney. Todo esto influiría en la puntuación para ganar el primer lugar. La profesora supo escoger a los alumnos más aptos en actuación, en muy poco tiempo logramos hacer la representación, ya nadie nos equivocábamos y si ocurría, teníamos la habilidad de improvisar para que no se notara la equivocación.
El siguiente viernes fuimos mi mamá y yo con la señora Elvira, par que me hiciera las pruebas, ya estaba terminado ese hermosísimo vestido azul, con su delantal bordado. Al probármelo, la señora Elvira vio que le hacía falta plegarlo un poco más de un lado, me dice, estará listo para mañana en la noche, entonces vieron mi mamá y la señora Elvira que fruncí el ceño y me preguntaron que por qué. Entonces les dije que mañana sábado en la tarde iba haber el ensayo final con la coreografía y los trajes correspondientes, en eso vi que la señora Elvira se quedó pensando, se metió a un cuarto y al ratito salió con un vestido un poco parecido, pero no tan hermosa y me dice –mira Fer, llevas este vestido, no le digas a nadie que no es el que usarás el domingo, que crean que iras con este vestido sencillo, así el domingo vas a deslumbrar a todos, se van a quedar con la boca abierta, ¿no crees? Me pareció magnífica la idea, incluso le comenté a mi mamá cuando íbamos a la casa que no me pondría la peluca y no llevaría las calcetas. También le gustó mucho la idea a mi mamá, jijiiji nos fuimos riendo.
Al día siguiente que llegué al ensayo, ya estaba casi todos, lo curioso es que todos estaba a la expectativa de cómo iba a llegar, al ver que entre con mi ropa común y corriente, como que se decepcionaron, pensaban ver a Alicia, por dentro de mi me reí, solo traía cargando una bolsa que contenía el vestido y un moño para la cabeza. Entonces la maestra les dice a todos, por favor vayan a vestirse que en 10 minutos empezamos, todos nos dirigimos a otro salón que funcionaría como vestidor, en eso me detiene la maestra y me dice –oye Fer yo pensé que te ibas a disfrazar muy bien de Alicia, como te vi tan emocionado en participar en la obra, pero veo que solo traes ese vestido sencillo y ni siquiera tres unos zapatos adecuados- Entonces le dije, no se preocupe maestra, volteé para que nadie nos oyera, lo que pasa es que hasta dentro de dos horas va a estar listo mi vestido, entonces mi mamá y yo decidimos hacerles pensar a todos que no me voy a vestir correctamente, para mañana darle la sorpresa, principalmente a los otros grupos- entonces nos reímos la maestre y yo y fuimos hacer el último ensayo. Al terminar la maestra nos llamó y nos dijo que estaba muy satisfecha con todos nosotros, pues había salido muy bien, no tuvimos ningún error, continúo diciendo; entonces mañana los espero a las once y media en punto, tendremos media hora para arreglar todo lo mejor posible, por favor traten de venir ya con sus disfrácese para ahorrar tiempo, bueno ya se pueden ir. Salimos de la escuela y mi mamá ya me estaba esperando, pues teníamos que ir por el vestido. Llegamos a la casa de la señora Elvira y el vestido ya estaba terminado y dentro de una bolsa transparente, se veía hermosísimo.
Aprendiendo a comportarse como niña. |
Al día siguiente nos paramos para acabar temprano el quehacer de la casa que hacíamos todos los sábados. Al terminar, comimos y al final descansamos un ratito. Me dice mi mamá, súbete a bañar, mientras preparo todo, te dejo tu ropa en la cama. Mi mamá me había preparado un baño de tina, con sus aceites perfumados, yo disfruté ese baño, hasta que el agua se empezó a enfriar, abría la regadera y me enjuagué, salí me sequé y al fina salí del baño a la recámara, dirigiéndome directamente al cajón de mi ropa interior, entonces oí que mi mamá me decía, tu ropa interior también esta en la cama. Cerré el cajón y me volteé caminado hacia la cama, mi sorpresa fue que mi ropa interior era el conjunto que mi mamá había comprado de pantaletas con camisetita, esa pantaletas con los olanes, yo me emocioné y rápido me la puse. Entonces se asoma mi mamá y me dice, ¿esta bien esa ropa? Y le contesto apenado, sí mamá. Me puse mis calcetas y mis hermosos zapatos. En eso entra mi mamá con el vestido y me dice, a ver levanta los brazos, te lo voy a poner. Me quedó perfecto, quise ir a verme al espejo y mi mamá no me dejó, me dijo te verás hasta que estés completamente arreglada, y hablo en femenino, Fer, porque en este momento ya eres Alicia, ¿estas de acuerdo? Yo me sonreí y dije sí mamá, acepto. Me puso mi peluca y un poco de maquillaje, al final me vio y vi que se emocionó, anda ve al espejo. Al verme vi a una niña, no había rastro del niño que soy, me di vueltas para ver como la falda del vestido volaba, me gusta mucho mami, ándale toma este pequeño bolsito donde he puesto un poco de tu labial, tu credencial d ella escuela y polvo, por si sudas un poco de la frente y la nariz.
Al llegar a la escuela, me baje del coche con mi mamá y nos fuimos caminado al salón, de reojo vi que se me quedaban viendo, también vi a las otras Alicias, de los otros grupos, y ellos si se veían que eran los chicos solo con un vestido copiados de la película de Waltt Disney. Llegamos al salón, ya estaban algunos de mis compañeros y la maestra, al verme entra, se sorprendió mucho y me preguntó, ¿realmente eres Fernando? Yo solo asenté la cabeza, me dijo te ves muy bien, te ves como una niña. Entonces se acercaron mis compañeros, y en lugar de burlarse de mi se admiraron también, y dijeron, de seguro ganamos el premio, si nos sale muy bien nuestros diálogos y tu que pareces realmente una niña, seguro que ganamos. Se iniciaron las actuaciones, empezó el primer grupo, nosotros éramos el tercero. Al fin nos tocó, yo hice gala de lo que mi mamá me había enseñado, la forma de sentarme de tomar la taza del té, en fin todos esos pequeños detalles. Por suerte nadie de nosotros nos equivocamos en los diálogos, así es que estuvimos espléndidos. Después siguieron los demás grupos hasta llegar al final. Empezó la espera, todos el grupo incluyendo a la maestre estábamos muy nerviosos, pues aunque habíamos sido superiores a los demás grupos, siempre entran los nervios. De repente se acerca a nosotros uno profesor del jurado y llama a la maestra, inmediatamente corrió el rumor que nos iban a descalificar, todos nos volteamos y nos preguntábamos que por qué. Nos quedamos
viendo fijamente todos a la maestra y a los maestros del jurado, de repente todos voltean a verme y asientan la cabeza en forma afirmativa, entonces la maestra regresa con nosotros con una sonrisa de oreja a oreja, eso nos indicaba que todo estaba muy bien. Nos dijo, silencio que van a anunciar al ganador. Entonces el profesor presidente del jurado, dice, el grupo ganador es el de la maestra Pastrana, inmediatamente gritamos ¡¡¡eeeeeeh!!! Entonces el presidente del jurado agradece a todos los participantes, tanto actores como los niños que ayudaron a hacer los escenarios y principalmente, a los maestros y maestras que pusieron de su parte su vocación de directores de teatro. El presidente del jurado dice: Quiero mencionar que el grupo ganador se debió a que no tuvieron equivocaciones durante la actuación y, todos los niños actuaron muy profesionalmente, como anécdota quiero mencionar que íbamos a descalificar al grupo de la maestra Pastrana, porque creíamos que el papel de Alicia lo había realizado una niña, pero ella nos aclaró que no, que es Fernando el actor que interpreto a Alicia, así es que quiero que le demos una aplauso pues lo ha hecho también, que todos los presente pensamos que era una niña. En ese momento sentí que mi cara se ponía roja como un jitomate, pero al ver que me aplaudían y que en ningún momento vi caras o gestos de burla, entonces salude ye hice una reverencia, primero como niño y después como Alicia, tomando cada lado de la falda con las manos y haciendo la típica reverencia de damas, en ese momento aumentaron los aplausos, me sentí soñada en ese momento. Al terminar nos dice la maestra, niños vamos a la reunión que tenía preparada para este momento, pues estaba segura d que ganaríamos. Entonces los niños con disfraz nos dirigimos al cuarto para cambiarnos, pues mi mamá me había traído mi ropa. Entramos al cuarto y empezamos a sacar la ropa normal pero, al abrir mi bolsa resulta que había unos trapos de cocina y una toalla, entonces salí a decirle a mi mamá qué esa no era la bolas, entonces me dijo ¡ay! Me he equivocado y te traje la bolsa de la ropa sucia de la cocina, jajajaja se rió mi mamá, pero yo me puse nervioso y le dije que voy hacer, me dice mi mamá –cálmate, ahora hablo con tus compañeros y tu maestra del error que cometí- y así fue, hablo con mis compañeros y con la maestra, la reacción de todos ellos fue completamente positiva, no había problema, además, me dijo la maestra, tú te vez normal, como una niña disfrazada de Alicia, jijijijiji. Entonces eso me dio ánimos y asistí a la fiesta como Alicia. Los ánimos de la fiesta eran muy buenos, pusieron música y todos los chicos se pusieron a bailar, y me puse a bailar como chica, en momentos agarrando la falda y dando vueltas, todos perfecto, nadie dijo nada de mi comportamiento femenino. Al final ya que nos íbamos mi mami y yo, nos dice la maestra, Fer, de repente se me olvido que eras un chico y pensé que eras una niña común y corriente, se lo comenté algunos chicos y sus papas y, ellos también llegaron a la misma conclusión, te felicito, gracias maestra, esto se lo dije ya con orgullo, ya se me había pasado cualquier rastro de pena, así salimos caminando a nuestra casa mi mamá con su hija Alicia…
Alicia, la niña en que se inspiró Lewis Carroll, para escribir tan maravilloso cuento. |
Debo comentar que el siguiente año, nos tocó representar a Romeo y Julieta, ¿quién creen que hizo el papel de Julieta? Como fue una versión moderna, use una minifalda, por primera ves me puse medias y zapatillas de tacón alto… Bueno esta es otra historia que les contaré después...
Hasta la Próxima
Su amiga Nanda
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