jueves, 21 de junio de 2018

Caminando con tacones.




Muchas hombres cuando nos transformamos en mujeres, anhelamos poder salir a la calle pero, queremos pasar como una mujer común y corriente, que la mayoría de las personas, si no es que todos, nos vean como mujeres, no como un hombre con maquillaje y un vestido.

¿Qué es lo que delata que realmente se trata de un hombre y no una mujer? 


                                                                                                                                                                                                                                                     
Las siguientes dos imágenes, muestra a cuatro chicas en una fiesta de 15 años y a la quinceañera:



En estas dos imágenes hay dos chicos, ¿puedes adivinar quienes son esos dos chicos?

Es fácil detectar al primer chico, en la imagen de las cuatro amigas, la tercera de izquierda a derecha, es el chico. Por qué lo podemos saber, simplemente vean como esta parada esta chica, las piernas separadas y los brazos colgados con las palmas hacia adentro (puedes tener una mano con la palma hacia adentro, pero la otra en una posición más femenina). Esa es una típica pose un hombre. Compárenlo con el resto de las chicas, las pierna bastante juntas o cruzadas. Fíjense que si vemos sus caras, no podemos decir quien es el chico, pues las cuatro esta muy bien maquilladas y sus cabellos se ven naturales. Entonces ¿quién es el otro chico? Pues es la quinceañera, y eso lo sabemos porque el fotógrafo nos lo dice. Pueden consultarlo en la página https://www.instagram.com/fabriciocastrofotografia/  Fabricio Castro se dedica a trasformar chicos en chicas, principalmente en quinceañeras. Aparte de que saben maquillar perfectamente, les enseña a moverse femeninamente, sin caer en exageraciones, simplemente como una chica de 15 años. Les recomiendo vean el video de Bernardo, antes que lo quiten (yo tengo una copia), https://www.youtube.com/channel/UC93MGF5bFV3lgnnvpn8VlrA

Fabricio no da detalles de cómo lo hace, así es que yo les diré como empezar a practicar para ser una chica caminado por la calle.


Cómo aprendí yo a caminar como una chica. desde que tengo uso de razón, aprendí a caminar con tacones altos, siempre a escondidas de mi familia. Al paso del tiempo, salía a las 6 de la mañana y me iba caminando a la preparatoria, a una cuadra d mi casa, siempre salía una chica muy bien vestida, con sus tacones altos. Siempre me fijaba como daba los pasos, eran cortos y caminaba sobre una linea recta, los hombros no se balanceaban, siempre iban horizontales y la cabeza recta sin moverla. Inconscientemente empezaba a tratar de caminar de esa manera. Al llegar a la esquina donde tomaba su autobús, yo regresaba a caminas normalmente como un chico.
Les recomiendo esta página, explica cómo caminar, cómo pararse etc.  https://genial.guru/inspiracion-mujer/10-trucos-para-aprender-a-caminar-en-tacones-con-el-mejor-estilo-239560/







¿Qué hacemos con nuestros brazos?  Con uno de los brazos no hay problema, pues en ese brazo llevamos el bolso. El bolso nos va a forzar a llevar el brazo fijo, con el antebrazo pegado al cuerpo. El otro brazo también lo debemos llevar pegado al cuerpo, puede estar estirado, pero el balanceo debe ser muy corto, el del hombre el balanceo es largo, también pueden llevarlo doblado. 


Para cuando nos sentamos a comer o a tomar el té o café, los antebrazos hay que procurar tenerlo lo más pegados al cuerpo. En esta caricatura se ve claramente como deben estar nuestro antebrazos.



Los hombres en general levantamos los brazos para tomar o comer.

Por el momento dejo estos consejos aquí. Si te interesan, podemos seguir platicando de más sobre cómo ser un poco más femeninas cuando nos transformamos.

Les mando un beso y un abrazo.

P.D. Para saber si les interesó, por favor pónganme un comentario, se los agradeceré mucho

viernes, 4 de mayo de 2018

Vodevil en la Casa del Lago




Hola Amigas, he estado viendo mis fotografías y, veo que me acuerdo muy bien de todos los detalles de cada una de las salidas, por lo que he decidido escribir mis experiencias en todas mis salidas, así como lo hice con mis amigas españolas. Además es un buien pretexto para exhibir todas mis fotografías.
Empezaré con una salida a la Casa del Lago del bosque de Chapultepec a ver un una obra de vodevil, esto ocurrió el 12 de junio de 2009. Un día antes le platiqué a mi mamá que quería ir a ese espectáculo en la casa del Lago, le pregunté que si quería ir conmigo, ella aceptó gustosamente. Mi mamá ya me había acompañado en otras ocaciones y la habíamos pasado muy bien.
Ya al día siguiente me preparé para arreglarme y estar lista a las 4 Pm, ya que el evento empezaría a las 6 PM, quedamos listas a las 5 PM, pensé que a esa hora tardaríamos más de una hora en llegar, por eso estaba muy nerviosa apurando un poco a  mi mamá, lo que pasó es que Torbellino, la gatita de mi mamá, no quería dejarla fuera de la casa. En lo que mi mamá buscaba a Torbellino (así se llama la gatita), salí a tomarme unas fotos, en la entrada de la casa, como generalmente lo hago. En la foto se ve a mi mamá saliendo de la casa ya con Torbellino adentro.

Pensé en irme por el periférico hasta Paseo de la Reforma y llegar al Lago de Chapultepec. Pensé que iba a ver mucho congestionamiento, pero no, resulta que llegamos a Chapultepec en solo 20 minutos. La casa del Lago tiene un estacionamiento un poco peculiar, ya que está sobre la Av. Paseo de la Reforma, o sea que para entrar hay que quebrar mucho el volante y entrar muy despacio.
Salimos y nos dirigimos a la taquilla, ya había un buen número de personas, hice mi cola en lo que mi mamá veía la Casa del Lago a travez de la ventana. Al llegar a la ventanilla, le dije a la señorita que quería dos boletos, me vio, me sonrió y me dio los boletos, le pagué con con un billete de doscientos pesos y uno de cien pesos, ya que cada boleto costó ciento cincuenta pesos.


Nos informaron con mucha pena que la función empezaría a las seis y media… Entonces le dije a mi mamá que fuéramos a fuera, a tomarnos una fotos. Empezamos a caminar hacia el lago, en eso le dije a mi mamá que me sacara unas fotos en un jadian con un árbol muy hermoso. Mi mamá no era muy buen para eso de los aparatos, las primeras fotos salieron muy borrosas, pues al apretar el botón movía la cámara hacia abajo, creo que eso nos pasa a todas cuando aprendemos a tomar fotografías. Pero mi mamá ya se había hecho una experta, como ven las fotos salieron muy bien, claro que estas fotos son una amplificación, una foto original es la siguiente: 




  Después de esta foto, nos fuimos al lago, ahí mi mami me tomo una de las fotografías que más me gustan. En ese momento, el cielo se estaba nublando, pero como ven el Sol todavía brillaba un poco.



De ahí seguimos paseando por los jardines, hasta que llegamos a la entrada principal de la Casa del  Lago que tiene una escalinata ancha. Este inmueble se construyó en 1906 como casa de campo de Porfirio Díaz. Pero en 1908 fue rentado al incipiente club de automovilismo. La construcción es afrancesada de fines del siglo XVIII. Le pedí a mi mamá queme tomara una foto en esas escalinatas.

Al estar tomado estas fotos, vi que una señorita se nos acercó, nos saludó muy cortésmente y nos indicó que estaba prohibido estar caminado y tomando fotografías, por suerte no me pidió que borrara las fotos que tomé. Nos regresamos a donde estaba el resto de las personas. En ese momento, nos indicaron que ya podíamos entra a la Casa del Lago. Por la posición en que estábamos nos toco ser las últimas en la cola, así es que con paciencia empezamos a subir las escaleras hasta llegar arriba, donde un señor que muy cortésmente nos dio la bienvenida, en lo que yo le entregaba nuestros boletos. Pasamos al recinto, había mesas con cuatro sillas como las de los cabarets, y todas se veían ocupadas, ¡huay! (expresión maya de sorpresa). Tenía miedo que nos tocara mesas diferentes a mi mamá y a mi, seguimos caminando hasta el fondo y ahí había dos lugares, los otros dos estaba una señora grande y una jovencita, las saludamos y pidiendo permiso nos sentamos, o sea, en esa mesa estábamos dos mamases con sus hijas, claro, había diferencias de edad, pues la mamá de la jovencita debe haber tenido uno 55 años y su hija unos treinta años como máximo, cosa que mi mamá, en ese entonces, ya andaba en los ochenta y tantos y una servidora me faltaba uno para los sesenta años. Comenzamos a platicar del show que esperábamos ver, ahí nos enteramos que eran mamá e hija, nos reímos un poco de la casualidad. Curiosamente en ningún momento hicieron caras raras cuando me veían al platicar, creo que siempre pensaron que realmente era la hija de mi mamá.
Empezó la música, en eso nos sirvieron en unos vasitos de plástico vino (muy diluido) y unas botanitas de cacahuates salados y con chile. Empezó la función, salió un maestro de ceremonias para anunciar los espectáculos. Los primeros fueron unos comediantes, obviamente al ser un vodebil, hubo malas palabras, yo solo veía a la mamá de la chica que se ponía roja y escondía la cara, y mi mamá tan deshinibida que era incluso añadía algo a los chistes, la señora solo le decía ¡ay señora! Y ponía cara de quererse reír, pero no se atrevía hacerlo francamente, la hija sí se  reía…
Así pasaron varios artistas, hasta que salieron tres bailarinas, una era la principal, bailando el tango Fumando Espero, pero a un ritmo medio tropical, bailando la chica principal, se metió entre el publico y llegó hasta nuestra mesa, traía uno de los vasitos con el vino y brindó con mi mamá, desgraciadamente no pude tomarle una foto, regresó al estrado y ahí es donde le pude tomar una foto:


Finalmente se acabó el show, como estábamos hasta el fondo, tuvimos que esperar un buen rato esperando que saliera el resto del público, nos despedimos de la mamá y la hija y fuimos a buscar el auto. También tuvimos que esperar un buen rato, ya que varios autos no nos permitían salir, finalmente empezamos a movernos y salimos a Paseo de la Reforma. Le pregunté a mi mamá que si quería cenar, me dijo que sí, así que me dirijo al Sanborns de Insurgentes casi esquina con Colima. Nos sentamos y llegó la señorita mesera, nos sonrió y nos dijo, señoras, aquí les dejo la carta, soy Silvia y estoy para serviles, gracias contestamos mi mamá y yo. Mi mama me dijo que no tenía mucha haber, que quería unos molletes, yo decidí pedir unos pepitos. Llegó la mesera y nos preguntó ¿qué van a pedir hermosa señoras? (Con esas frases donde se refieren a mi como señora, me sube mucho mi ego). Ya pedimos mientras platicábamos sobre mi papá, él murió hace muchos años, y salieron cosas que yo desconocía, claro, cosas buenas. Llegó la mesera con nuestros platos, le pedí de favor que si nos tomaba una foto, con gusto aceptó.

Al salir del restaurante, le pedí a mi mamá que nos tomáramos una foto juntas en salida del restaurante.

Finalmente llegamos a casa, y nos sentamos a tomar un café mientras recreábamos nuestra salida.

Saludos Amigas.

Espero que les haya gustado, por favor háganmelo saber con un pequeño comentario.

Nanda 


  















sábado, 17 de marzo de 2018

La Niña de las Flores


En ese entonces era un niño de siete años, mi mamá me llamó Delaney, de cariño me decía Dela. Delaney es un nombre de origen Galaico y en principio se refiere a niñas, pero también se usa para hombres. Parece ser que mi mamá siempre quiso una niña, pero nací yo. Mi mamá siempre trataba, por diferentes motivos, ponerme faldas, pero sinceramente yo me rehusé siempre.
Mi tía María, la hermana menor de mi mamá, la quiero mucho, pues mucha parte de mi infancia la pasé con ella, ella me enseño andar en patines y en bicicleta y, muchas otras cosas, como leer novelas policiacas y en general de todo género, excepto las novelas de amor, ya que mi tía no creía en él…
Pasó el tiempo y yo ya contaba con 12 años. Un día llegó mi tía con un ánimo muy bueno, se le veía la cara de felicidad. A la hora de comer, mi mamá le preguntó que por que tan contenta, ella nos contestó que no lo íbamos a creer, estoy enamorada, Guauuuuu, todos contestamos a la vez, no lo puedo creer, dijo mi mamá. Te llegó la hora María, y siempre dijiste que el amor no existía. Bueno, lo que pasa es la experiencia en cabeza ajena, tu matrimonio y el de nuestros padres, y el de los abuelos, todos fracasados. Bueno hermana, le dijo mi mamá, eso no quiere decir que a ti te vaya a ir mal, eso dependerá de ustedes dos. Inmediatamente mi mamá le preguntó quién era, en que trabajaba, qué cuando lo llevaría a la casa, etc, etc, etc.
Pasó el tiempo y a los dos años de ser novios decidieron casase, Julian ya había comprado un departamento y empezaron adquirir muebles y todo lo que necesita una nueva pareja. Era 25 de septiembre, fijaron el día de la boda para ddiciembre, esto obligó a apresurar las cosas, decidir donde se llevaría la ceremonia, comprar el vestido de Novia, el banquete, etc, etc. Mi mamá y unas amigas decidieron organizar todo, para que mi tía solo se dedicara a conseguir su vestido de novia. Entonces me agarró de su acompañante para tal menester, yo protesté, pero ella me dijo que realmente seríais divertido, acepté, pues la quiero mucho y haría lo que fuera para que ella fuera feliz. En la comida mi mamá le preguntó a mi tía que quién iba ser su dama de flores, pues contesta mi tía, que no habrá, pus la tradición es que sea la niña más joven de la familia y pues en nuestra familia solo estaba yo y, yo no era una niña. Pero cuando mi tía dijo de la niña más joven, mi mamá me miró con esos ojos que siempre hace cuando quiere meterme en faldas. Rápido le dije a mi mamá que ni lo pensara, que yo no iba a dejar que me metieran en faldas, y punto. Esta bien Delany, dijeron al unísono mi tía y mi mamá. Entonces mi tía agregó, ya veré quien pueda ser mi dama de flores.
Quedé con mi tía que iríamos hacer la primera excursión a las tiendas de vestidos de novia el miércoles saliendo yo de la escuela, ya que tenía un hora libre en la escuela y podía aprovecharla para hacer la tarea, así no estaría preocupado el resto del día por la tarea de la escuela.
Al fin llegamos a la primera tienda, mi tía me dijo que por favor fuera muy crítico si se le vea bien el vestido o no, también que apuntará todos los detalles que ella me dictara. Decidí hacer un esfuerzo muy grande por complacer a mi tía, pues como ya les dije, la quiero mucho.
La tercera tiendas que visitamos, era una tienda bastante grande respecto a las dos anteriores, pues no solo vendían vestidos de novia, sino tenían toda una colección de vestidos para los diferentes eventos, por ejemplo, la primera comunión, quince años, obviamente los vestidos de novia, vestidos para acompañar a la novia, como los vestidos para las damas de flores, eso me llamó la atención, nunca había estado en un lugar con tantos vestidos. En lo que mi tía se cambiaba de vestidos, yo empecé a ver cada uno de los vestidos, en particular me quede viendo uno que parecía de novia, pero de tallas más chicas, la dependienta al ver mi cara como de extrañeza, se me acercó y me dijo, veo que ves con interés ese vestido, rápido voltee y le dije que no, solo miraba todo. Entonces ella ignoró lo que respondí me tomó de hombre y nos acercamos al vestido, mira, este vestido esta hecho con la tela satín de charmeuse, es una tela fina  y ligera, para que le de una caída libre a la falda, ¿quieres preguntar algo más sobre este hermoso vestido? Aún le solté la duda que tenía, sí es un vestido de novia, por que es tan chiquito. La dependienta puso una sonrisa grande y me dijo, no mi niño, no es un vestido de novia, es para la dama de las flores, que realmente son niñas hasta de tu edad, este vestido es más o menos de tu talla, agregó la dependienta. No me había dado cuenta que mi tía estaba atrás de nosotros. Volteé la cabeza y la vi, inmediatamente se me puso roja la cara, entonces mi tía me preguntó, por que me daba pena, no tiene nada de malo que le preguntas a la señorita sobre ese vestido. Yo empecé a tartamudear, me interrumpió mi tía y me preguntó, ¿cómo ves este vestido? Lo vi con cuidado, ella dio una vuelta rápido de tal forma que la falda levantó del suelo viéndose muy hermosa, me di cuenta que era la misma tela del vestido del que acababa de recibir una lección sobre  sobre vestidos. Se lo dije a mi tía que ese me gustaba mucho, que la tela tenía una caída libre, inmediatamente mi tía abrió sus ojos y me dijo, Dela, estas hecho un experto en vestidos de novia, nuevamente se me puso roja la cara. Toda vía vistamos cuatro tiendas más y, ya teníamos 10 posibles vestidos. Cómo yo me hice casi experto en analizar los vestidos de novia, nos sentamos a discutir las ventajas y desventajas de cada uno de los 10 vestidos.  Después de cinco días enteros de analizar cada uno de los vestidos, decidimos que el mejor vestido era donde me instruyeron de aquel vestido hermoso de la niña de las flores, la tela era definitivamente sublime en comparación de las otras. Con todo esto de escoger el vestido ya se había pasado un mes antes de la boda. Así es que mi tía me dijo que este día no iría a la escuela y que la pasaríamos en la tienda. Almorzamos bastante bien, para no pasar hambre, pues los dos sabíamos que estaríamos varias horas en la tienda de los vestidos de novia.
Al llegar la señorita que nos había atendido días antes nos reconoció, no tanto a mi tía, sino a mi, por aquello de la lección sobre las telas para los vestidos de celebraciones especiales. 
Nos sentamos a discutir cómo iba a ser el vestido, mi tía escogió uno de falda recta con escote mediano a la espalda, sin mangas. Entonces le dije que tendríamos que cambiar de tela, pues el chiste del satín de charmeuse es su caída y, en un vestido de falda recta, no luciría, tiene que ser una falda amplia. Afirmó con la cabeza la dependienta, debe ser un vestido de falda amplia, pasen por aquí, nos enseñó varios con faldas amplias, finalmente escogimos uno de falda amplias con adornos en chifón que hacen que el satín realce más su caída.

Ya que quedó el vestido, la dependiente preguntó sobre los vestidos de las damas de honor, mi tía no quería damas de honor, solo la niña de las flores, pero le dijo que no tenía ninguna pariente de la edad adecuada para ser la niña de las flores, solo tengo un sobrino, señalándome, ninguna sobrina. Entonces la dependienta se me quedó mirando con ojos de pícara, mi tía inmediatamente le dijo que ya me la habían propuesto y se negó rotundamente.  Dela, te voy a enseñar algo, me dijo la dependiente, vengan conmigo, fuimos a la oficina de la tienda, entonces la señorita sacó un álbum de fotografías. No sentamos, el título del álbum, era niñas de las flores. Lo abrió y me dijo, todas estas fotos, son de algunas de las niñas que fueron niñas de las flores, lo abrió y  me empezó a explicar cada uno de los vestidos de las fotos. Cada una de ellas tenía un listón, unos la tenían color rosa y unos pocos azul. Le pregunté que significaba los listones, entonces abrió nuevamente el albur en una pagina que tenía un listón azul, mira Dela, las que tienen este ligona azul, son niños, que como en tu caso las novias no tenían a una niña que fuera la niña de las flores. Quedé con la boca abierta, pero si son niñas, le dije, replicó la dependienta, parecen niñas, pero son niños. Mira Dela, a tu edad las hormonas masculinas todavía no hacen el efecto de masculinización, lo mismo en las niñas de tu edad, por esa razón es fácil que un niño pase como niña, solo basta usar la ropa adecuada y un buen peinado.  Animaste Dela, le darás un gusto a tu tía, pues la quieres mucho ¿no? Sí claro, contesté, amo a mi tía mucho, ella me enseñó muchas cosas importantes de mi vida, es como si fuera mi hermana mayor y no mi tía.

Hice cara de afligido, entonces me pregunta la señorita, ¿por que te aflijas? Porque después voy a ser la burla de todos mis compañeros de la escuela, ya que irán a la recepción cinco de ellos, principalmente Florencia, que le caigo mal y nada más esta buscando algo para burlarse de mi. Entonces la señorita me dijo- y cómo se va a enterar que eres tú- ¿Dime? me preguntó, cuando viste las fotos de la niñas con listón azul, reconociste que eran niños, no, le contesté, pues lo mismo, nadie te va a reconocer, agregó, estoy segura que ni tu mamá te reconocería, me reí y le dije que ella, claro que me reconocería.
Entonces ella me dijo, vamos apostar algo, si tu mamá te reconoce, yo pierdo y te regalo un día entero en la feria de los juegos mecánico, pero si tu pierdes, serás la niña de las flores en la boda de tu tía. Entonces le pregunté y ¿cómo vamos hacer eso? Bueno, te vienes un día te arreglo de niña y con el pretexto del vestido de novia, tu tía trae a tu mamá, al entrar te verá ti, y ahí sabremos quien gana, estas de acuerdo, le dije sí, estoy de acuerdo y chocamos las manos.

Déjame te tomó medidas para tener la ropa adecuada, para que te vea tu mamá y, como se que voy a ganar la apuesta, empezaré hacer tu vestido para la boda. Esta apuesta la haremos el sábado, así es que Dela, te vienes el sábado depuse de que comas, sirve que te hago las primeras pruebas de tu vestido. Cuando oí con que seguridad me lo dijo, me empezaron a temblar las piernas. Me dijo a mis adentros, seguro que mi mamá me reconocería si trajera cualquier disfraz.

Llegó el sábado, yo estaba muy nerviosos, mi mamá me preguntó que qué me pasaba, le respondí que nada, entonces mi tía le dijo a mi mamá que había reprobado un examen de historia, pero que al rato me llevaría con una amiga de ella para estudiar. Dela, si tu nunca habías reprobado, siempre has sido un muchacho muy listo, qué pasó, me preguntó mi mamá, tartamudee un poco para poderle responder. Es que me distraje en el examen, y ya no me dio tiempo para responder, pero el lunes la maestra me va a poner otro que estoy seguro que pasaré sin dificultades. Esta bien pero cuidado y repruebas- no mamá, seguro que no. Mi tía y yo nos fuimos a la tienda, al llegar la señorita Bety ya nos estaba esperando, pasa acá Dela, me dijo, que ya es un poco tarde. En eso mi tía se despidió de nosotros y que nos veíamos en dos horas. Rápidamente me tomó de la mano y me llevó a un gabinete, me pidió que me quitara mi camisa, me puso una bata y empezó hacerme una limpieza facial. Me dijo que me iba a depilar un poco las cejas, yo protesté, le dije bueno. Ella me respondió que solo serían las que estaban fuera de lugar, a regañadientes acepté. Efectivamente fue rápido y casi no me dolió. Posteriormente me empezó a maquillar, me comentó que sería un maquillaje muy ligero, por dos razones, primero, eres muy joven, así es que no tienes imperfecciones y segundo, que es de día, solo en la noche se pone un maquillaje fuerte. Finalmente quedé maquillada, empezó a ponerme unas extensiones en mi pelo, para tener el pelo largo, que es la cosa en las chicas de mi edad. Finalmente quede listo, me vi en el espejo y no lo creía, vi a una chica de mi edad, no me reconocí. En ese momento entró mi mamá y mi tía a la tienda, saludando a todo, mi mamá me miró y me sonrió haciéndome un gesto de saludo, y se dirigieron a donde estaba la señorita Bety (la dependienta). Mi tía la presentó con Bety, hablaron un poco y Bety le dijo que quería presentarle a una chica que seguro le gustaría mucho. Mi mamá hizo cara de extrañes por esas palabras, pero aceptó, así es que tres señoras se dirigieron hacia mi. Al llegar, Bety le dice a mi mamá, le presento a Dela, Dela te presento a tu mamá. Rápido me enrojecí, pero la cara de mi mamá fue de incredulidad y a su vez de felicidad, me tomó de la mano he hizo que diera una vuelta, vi lágrimas de felicidad en sus ojos. Ya no había nada que hablar, esas lágrimas de mi mamá me hicieron aceptar ser la “flower girl” de mi tía. Cabe mencionar que ese día me quedé vestido como una niña, fuimos al centro comercial y me compraron ropa de chicas, mi mamá y mi tía parecían niñas en una dulcería. Al final me compraron una buena cantidad de ropa interior y exterior, que yo no sabía por que tanto, pero en fin, estaba como atontado con todo esto que estaba pasando.

Ya en casa mi mamá me dijo que me habían comprado varias ajuares, pues como ya eran vacaciones y en un mes sería la boda, yo viviría como chica ese tiempo, ya no tuve ánimos de protestar, además mi incursión a las tiendas y al restaurante me gustó, era una experiencia totalmente nueva y, ninguno de mis compañeros de escuela sabría de mi aventura como una chica.
Los siguientes días antes de la boda, fui totalmente entrenado para ser una señorita en todo el sentido de la palabra, desde caminar, sentarme, comer, tomar líquidos, traer un bolso sin olvidarlo, ir al baño, incluso a bailar como chica, le pregunté a mi tía que por qué me enseñaba a bailar como chica, solo para que aprendas todo sobre ser una chica, esta bien- le contesté. 
El día de la boda, nadie se dio cuenta que la “flower girl” era un chico. disfruté mucho ese día, desde ir al peinador y el maquillaje, ver en el espejo a una chica bonita, entrar al la iglesia al ritmo de la música, como me tocó entrar en compañía de un chico que acompañaba al novio, era Luis, primo del novio. Me fijé que la mayoría de las miradas eran así a mi. Ya no me intimidaba, pues mi seguridad como chica era grande. Al salir de la iglesia, nuevamente me tocó salir con Luis, pero ahora él me tomó del brazo, yo lo dejé, un poco tímido, pero me sentí bien.
Esta foto, que realmente es un video,
fue el que me inspiró para esta historia.
Lo pueden ver en este dirección (y algunos otros videos). Copia y Pega en tu navegador:
https://www.youtube.com/channel/UCpT6nPolGmtBLRkW-Rq3Faw?view_as=subscriber
Me tocó acompañar a los novios en el auto, mi tía me felicitó y me dio un beso, lo mismo lo hizo su flamante y nuevo esposo y ahora mi tío, cabe mencionar que él era el único que sabía quién era yo, aparte de mis mamá y mi tía.
Llegamos al salón de fiesta, donde ya nos esperaban los invitados y una buen orquesta, vinieron los brindis y todos los mejores deseos a la nueva pareja. Los novios iniciaron el baile, se hicieron las colas para bailar con el novio y con la novia. Yo me dirigí a  formarme para bailar con mi tía, pero al pasar mi mamá me tomó del brazo y nos fuimos a formar con el novio, voltee a verla y nos sonreímos… Ahora entendí porqué la insistencia de mi tía en que yo aprendiera a bailar como una chica. Finalmente me tocó pasar a bailar con el novio, le dije que cuidara mucho a mi tía, pues sabía que yo la quería muchísimo, él me contestó que estaba muy enamorado de ella, que no tuviera cuidado, que la amaba demasiado y la cuidaría como a nadie, finalmente me dijo que me veía preciosa, que estaba seguro que le gustaba a su primo Luis, el chico con el que salí de la iglesia, me puse colorado, no te de pena Dela, me dijo, disfruta el momento, en ese mi mamá me tocó el hombro, pues le tocaba a ella bailar con el flamante novio…
Después vinieron más brindis antes de empezar a cenar, durante la cena los novios se desaparecieron, mientras se oía música…  Al terminar la cena, nuevamente se aparecieron los novios, pero ya vestidos con ropa para empezar su viaje de Luna de Miel, mi tía traía su ramo de novia entre las manos, obviamente iba a lanzar el ramo, todas las mujeres jóvenes se arremolinaron para recibir el ramo, sentí como mi mamá me empujó a ese enjambre de chicas que gritaban, ¡a mi, a mi, a mi…! Decidí ponerme hasta atrás de es núcleo de chicas gritonas. Pensé que cuando viera que el ramo fuera volando, yo me iría en sentido contrario, así evitaría los empujones y jalones que en general se dan las hermosas mujeres cuando quieren atrapar un ramo de novia. 
Subieron a mi tía en una silla y de espaldas al enjambre de chicas, empezó a contar, uno y todas al unísono también contamos, dos, y tres… ¡sale volando el ramo! Se desvía  levemente hacia mi derecha, por lo que me fui hacia la izquierda y hacia delante, donde quedó un claro, pues las chicas que estaban en ese claro, al ver volando el ramo hacia la derecha, todas corrieron hacia allá. Tres chicas brincan simultáneamente para atraparlo, pero entre ellas se interfieren y la que brincó, que estaba del lado derecho, cerró la mano antes de llegarle el ramo y, con su mano ya cerrada o sea con el puño, golpeó el ramo hacia la izquierda y hacia adelante, y yo sola en ese sitio me cayó a mis manos, ninguna chica intentó arrebatarmelo, pues estaba muy lejos de mí, hubiera sido muy feo que alguna lo hubiera intentado hacer. Al voltear a ver a la muchedumbre de chicas, unas me veían con coraje y otras con felicidad, el caso es que me aplaudieron, en eso voté a ver a mi mamá y ella era la más entusiasta en aplaudirme, lo mismo mi tía. Ya me despedí de mi tía y me dijo, serás la próxima en casarte y se río… El novio, ahora mi tío, me dio un abrazo y un beso y me felicitó por lo del ramo.
La fiesta continuó, y empezó la música bailable. Me fui a sentar con mi mamá, en eso llegó un amigo de la familia y sacó a mi mamá a bailar. Yo solo en la mesa estaba tomando un poco de café, en eso veo a tres chicos que se acerca a mi, dos iban juntos y  Luis, que venía del lado opuesto, pero llegó primero un chico que no había visto, acepte bailar, pues mi mamá me sentenció que si rechazaba bailar me castiga, claro, que lo dijo de broma. Fuimos a pista de baile, era una melodía calmada, así es que bailamos abrazados, entonces empecé a sentir como se acercaba a mi, pero tensé mi brazo derecho para que no pudiera acercarse, en fin, toda el tiempo de la música fue un forcejeo para que no se acercara a mi, al terminar me fue a dejar a mi mesa, creo que se enojó porque no lo dejé acercarse. Al rato llegó el otro chico que había venido del mismo grupo del chico con el que bailé, pensé que venía en el mismo plan, así es que lo rechacé, me insiste pero le dije que no. Para esto, había visto que Luis sacó a bailar a Florencia, mi compañera de clase que yo le caía muy mal. Me quedé pensando que el traer unas faldas , me da el poder de decidir con quién sí o con quién no, en eso veo parado a Luis pidiéndome bailar con él, accedí con gusto. Ya bailando me dijo que dudó en volver a intentar pedirme bailar con él, pues vio como rechace al otro chico. Le dije, lo que pasa es que esos chicos lo que querían era aprovechar el baile para “tentonearme”, y eso no lo iba a permitir. Me felicitó y seguimos bailando, entonces me dijo ¿sabes que? me gustas mucho, me preguntó, le dije que algo me había dicho su primo, ahora mi tío, y que me sentía halagada por eso. Entonces, me lo soltó de forma directa, ¿te gusto? Me preguntó. Entonces le dijé que vi como había bailado con Florencia, ¿no será que también le hiciste esa pregunta a Florencia? Se rió y me dijo que le cayó muy mal, se ve que es unan niña muy engreída, por eso aguante solo un apieza con ella, pero regresando a mi pregunta, contéstame por favor, me dijó. No le contesté, pero mi brazo derecho lo flexiones para que se acercara a mí, él puso una sonrisa muy grande mientras yo apoyaba mi mejilla en su hombro. Bailamos el toda la noche, yo me sentía muy bien, hasta un poco emocionado, de reojo vi a mi mamá que estaba con una sonrisa como nunca la había visto…
Ya estábamos despidiéndonos de los papás de Luis, cuando me despedí de Luís, me tomó de las dos manos y me acercó para darme una beso, nuestras comisuras se tocaron, yo sentí una lumbre dentro de mi... 
Ya en nuestro auto de regreso a casa, mi mamá me preguntó que si me había gustado, le dije que todo estuvo muy bonito, … Me interrumpe mi mamá, no me refiero a la boda, me refiero al beso que te dió Luis... 
Esa es otra historia que contaré más adelante