martes, 8 de noviembre de 2016

Señorita High School

La inspiración de esta historia la tomé de todas esas fotografías de los eventos en las escuelas secundarias (High School) de Gringolandia (Estados Unidos de America del Norte), pueden visitar una página con muchas fotos de estos eventos, esta página es de una chica fabulosa, se llama Stana.

Historia original de Fernanda del Mar 



Capítulo 1



Fernando a los 15 años


Estoy estudiando el tercer año de secundaria en una escuela afiliada a un High School de los Estados Unidos, por tal motivo, se siguen los programas de estudio de ese High School, claro, modificando algunos temas como la historia y geografía, pues son los correspondientes a México. También se han copiado los días festivos de los EEUU, así como muchas costumbres, sin dejar las costumbres mexicanas. Mi familia consta de, mi hermana María, que es tres años mayor que yo y mi mamá. Yo no recuerdo a mi papá, parece que abandonó la familia cuando yo tenía dos años de edad.


La escuela cumple cinco años de haberse fundado en la Cd. de México, y básicamente ya se han incorporado todas las festividades tanto mexicanas como estadounidense.

En clase de matemáticas, la maestra que era la tutora de nuestro grupo, nos dijo que había una festividad en el high school, que toda vía no se había implantado en nuestra secundaria. Nos dijo que era una festividad para sensibilizar a los hombres hacía el comportamiento con las mujeres. Esta festividad se lleva a cabo en muchas de las escuelas de los EEUU, desde fines del siglo XIX, por lo que se ha convertido en toda una tradición. Todo estábamos ya desesperados para que nos dijera en que consistía esa festividad. 



Entonces nos dice, se llama “Womanless Beauty Pageant” Levanté la mano para preguntar, ¿Cómo un concurso de belleza sin mujeres? La maestra me contestó, efectivamente, es eso, un concurso de belleza sin mujeres, por lo tanto los concursantes son chicos, todos nos reímos y a la vez nos admiramos.

 Ya que la maestra contestó todas las preguntas, nos dijo: bueno, pasaré una lista y por favor apúntense los que quieran participar, las chicas ayudarán a la transformación de los chicos. Por favor organícense entre ustedes. El lunes próximo me darán la lista y los equipos, cada equipo estará formado por dos chicas y el concursante.

Al salir me fui caminado a la casa con Beto (Alberto) mi mejor amigo, obviamente fuimos platicando de este tema, ambos estuvimos de acuerdo que no nos apuntaríamos en esa lista y, empezamos a bromear de cómo se vería los que sí aceptaran. Beto y yo somos de la misma edad, pero él es más corpulento y alto que yo, de hecho en la primaria siempre me defendió de los niños abusones.

Al llegar a casa seguí mi rutina normal, a la hora de comer, como siempre, mi mamá me preguntó que que había habido de nuevo en la escuela, le dije que nada interesante, que ahora la maestra quería seguir una tradición de la filial en los EEUU, creo que se llama womanless, ¡ah! contestó mi mamá. Como ella no sabía bien inglés, no comprendió el significado de la terminación less. Así es que seguimos platicando de otras cosas. Mi hermana platico emocionada que había un chico que la estaba pretendiendo, y en torno a eso giró la plática de la comida.

Al llegar el lunes, la maestra pidió que le entregaran la lista de los equipos que se habían formad. Obviamente hubo varios chicos, yo entre ellos, que no se quisieron apuntar en la lista. Entones la maestra organizó a los diferentes grupos y las reglas que se llevarían a cabo. Para esto, debo comentar que este evento solo se iba a llevara a cabo en nuestro grupo, ya que era un experimento para ver que cómo responde la sociedad que conforma a la escuela. En caso de ver que hay un rechazo generalizado por la comunidad, no se volverá hacer. Al final, la maestra les preguntó a cada uno de los alumnos que no se apuntaron en la lista; ¿por qué no lo hicieron? Entere ellos le preguntó a Beto, me extrañó que a mi no me preguntara, pues yo no me había apuntado en la lista. Para terminar la clase, la maestra les dijo a los alumnos que no se habían apuntado en la lista, que de todas formas iban a intervenir en el evento, ayudando a montar el espectáculo y como acompañantes de las womanless.

Al terminar la clase me acerque a la maestra para preguntarle que por que no me había interrogado de por qué no me había apuntado en la lista. La maestra hizo cara de extrañeza y me dijo: hoy temprano me habló tu mamá, para decir que sí participarías en el evento. ¿por qué no le preguntas a tu mamá? Y cuando estés seguro que vas hacer me lo dices.
Al salir de la escuela, me fui platicando con Beto hacia la casa, comentamos que qué le habría dicho a mi mamá a la maestra para que yo no apareciera en la lista de los no participantes en el evento. Le dije a Beto que en cuanto supiera algo se le vendría a platicar.

Al llegar a casa, rápido fui a ver a mi mamá para preguntarle que es lo que había pasado. Pero no había llegado de su trabajo y mi hermana acababa de llegar. Al llegar mi mamá, inmediatamente me dirigía a ella para preguntarle sobre la llamada que hizo a mi maestra. Me dijo que en la comida lo platicaríamos colmadamente. Ya comiendo mi mamá me dijo, Fer, el viernes me dijiste del evento de womanless, yo no entendí exactamente que era, pero después María me lo explicó, a mi me fascinó la idea de convertirte en una chica. Pero mamá, a mi no me atrae la idea y le di todas las razones que había platicado con Beto. Esta bien Fer, pero mírame, realmente crees en todas esas razones que me dijiste, o simplemente lo que pasa es que te da vergüenza de vestirte completamente de chica. Me quede pensando, realmente es la vergüenza mami, le contesté. Pues no tiene por que darte vergüenza, varios de tus compañeros también se vestirán, además hay que recordar que es un día de fiesta, como si fuera haloween, ¿no crees? Cuantas veces te has puesto faldas, muchas -me dijo. Cuando jugabas com María a la casita o en algunos haloween o en el carnaval, ¿te acuerdas? Sí mamá, pero es diferente. No, no es diferente -me dijo, es simplemente un día de fiesta en que tienes permiso de salir con faldas ante las personas y, nadie se burlará de ti. Ahora Fer, si no quieres, no hay problema, simplemente le decimos a la maestra que no participaras como una womanless. Me quedé pensando y le dije a mi mamá que tomara la decisión en la noche.

Mi secundaria (High School)
Al terminar de comer, me fui a ver a Beto para platicarle lo que había pasado con lo que mi mamá me había dicho a la maestra, le platiqué todo, así es que ahora lo estoy pensando. ¿Y tú que opinas? Le pregunté a Beto. Me contestó, pues ya viéndolo desde la perspectiva que tiene tu mamá, creo que deberías participar, lo interrumpí y le pregunté que entonces él también participaría, me dijo que no, pues ya la maestra le había encargado hacer una palmera de escenografía para el escenario del evento y además, voy a ser acompañante de Mario. Bueno, le dije, lo haré, pero dile a la maestra que tú serás mi acompañante, así yo me sentiré mejor, ¿no crees? Apareció una gran sonrisa en Beto y me contestó sí, claro que sí Fer, incluso para mí, me hará sentir mejor acompañarte a ti que a Mario, primero no me caee muy bien, y segundo, que más que acompañar a mi mejor amigo, que será mi mejor amiga en ese momento, nos reímos, entonces me dice Beto, mañana se lo pido a la maestra, estoy seguro que la convenceré.

Al día siguiente, le comenté a la maestra que sí participaría como concursante de womanless, entonces le pregunté; qué equipo de chicas me ayudarían para transformarme. Me dijo que todas las chicas ya estaban asignadas, por lo que tendrás que pedirle a tu mamá que ella te ayude. Le dije que estaba bien, —¡ha! Le pudo pedir un favor, sí dime Fer, que sea Alberto el que me acompañe, ya ve que es mi mejor amigo, creo que con él me sentiré seguro…, esta bien Fer, veo que puedo hacer y después te digo -me contestó la maestra.

Como siempre, Beto y yo nos fuimos juntos a nuestras casas platicando, entonces Beto muy contento me dijo que la maestra ya lo había re-asignado como acompañante mío, así es que todo quedaba entre amigos, nos reímos.

Al llegar a casa, mi mamá ya estaba terminado de servir la mesa para comer, me fui a lavarme y prepararme para comer. Ya sentados en la mesa, mi mamá me interrogó sobre mi decisión. Le platiqué que ya le había dicho a la maestra que sí participaría como una womanless, en ese momento a mi mamá se le encendieron sus ojos y una sonrisa como pocas veces le había visto. Entonces me preguntó que cual de mis amigas me iban ayudar a transformarme. Pues ya no había chicas para ayudarme, así es que la maestra me pidió que si es posible que tú me ayudes. Entonces mi mamá no aguantó y le salió una sonrisa muy muy grande y me dijo, claro que sí, va hacer una experiencia muy bonita para todos. Le contesté que sí, que eso esperaba. También le conté que Beto era quien me acompañaría, ya que al ser mi mejor amigo, no me va a dar vergüenza que él me lleve. Mi hermana que ya había llegado y escucho prácticamente todo, también se entusiasmó y obviamente se apuntó para ayudarme a transformarme.

Al terminar de comer mi mamá me dijo que el sábado iríamos a comprarme ropa de chica, para empezar a entrenarme. Rápido le dije que no, simplemente me pondré un vestido como lo he hecho cuando jugaba a la casita con María. Entonces al unísono mi mamá y me hermana me dijeron que ¡no!, no se trata de ver a chicos con vestidos, sino se trata de arreglarse muy bien, de tal forma que realmente parezcan chicas. Rápido se me puso la cara roja, pero mamá así no quiero hacerlo.  Rápidamente mi mamá y mi hermana me dieron suficientes razones para aceptar, el caso es que el sábado en la mañana fuimos a comprarme ropa para ser una chica… Cuando pasamos por una boutique de pendientes, mi mamá me jaló y me dijo, ¿te acuerdas cuando me pediste que si podías perforarte una oreja? Sí mamá, ¿te acuerdas que te contesté? Que no lo permitirías. Efectivamente, pero agregué otra cosa ¿te acuerdas? Sí, le contesté, que solo me dejarías perforar los oídos cuando me vistiera de mujer. Bueno hijo, ahora es tiempo de perforarte los oídos, pero mamá yo solo quería perforamarme uno. Sí, pero te vería ridículo con un solo pendiente… Salí con mis oídos perforados luciendo unos pequeñísimos pendientes, que casi no se notaban. Tan fue así que en la escuela nadie se dio cuenta que los tenía, solo Beto se dio cuenta, solo me dijo, se te ven bien, a ver si yo me animo hacerlo también, obviamente él no lo hizo. Después de la perforación de mis oídos, fuimos a comprar ropa íntima, ya no me atrevía a decirle mi mamá y mi hermana que no era necesario la ropa íntima, pues el vestido no dejaría ver mis trusas, pues se enojaran y me darían mil razones para usar pantaletas y brassiers. Después fuimos a comprar unos vestidos, faldas, medias zapatos de tacón de diferentes tamaños. Me atreví a preguntarle por que tantos zapatos y diferentes tamaños de tacón, entonces me dijo mi mamá que el día del evento debería llevar tacones del 12, o sea los más altos y, para eso tienes que aprender a usarlos como esas tus tenis, aja -le contesté a mi mamá.

Teníamos cuatro semanas para preparar todo, así es que a partir de ese sábado, empecé a vestir ropa interior de chica, así como andar en falda y tacones en la casa. Me enseñaron a sentarme, a caminar, en fin detalles que yo no tenía en cuenta, como el movimiento de las manos, el caso es que fueron tan intenso los cursos de comportamiento femenino por parte de mi mamá y hermana, que de repente en la escuela tenía movimientos femeninos sin darme cuenta. Fue Beto el que me lo dijo, se me puso la cara roja, y a partir de ese momento tuve mucho cuidad en mis movimientos. Le dije a Beto que en cuanto viera alguna movimiento femenino me lo dijera. Parece ser que nadie se dio cuenta más que Beto…

Capítulo 2
Llegó el día del evento, mi mamá me despertó temprano, me metí a bañarme y al salir me vestí de pies a cabeza con ropa de mujer. Después de mi entrenamiento en zapatillas de tacón, decidí ponerme unos de tacón de 9 cm, ya que más grandes al rato de usarlos se volvían muy incómodos, en cambio los de 9 aguanté todo un día sin problemas. Mi pelo era un poco largo pero siempre de chico. El vestido que me puse era uno del diario, mi mamá me lo dio y sinceramente yo no entendía que estaba pasando, pues el evento era hasta las 8 de la noche.

Ya que estoy vestido mamá, siéntate aquí, empiezo a peinarme el poco pelo que tenía, darle un toque femenino, no tardó mucho. Después me dijo que había que arreglar un poco las cejas. No mamá, le dije, imagínate que vaya a la escuela con las cejas depiladas, se van a burlar mucho de mi. Mi mamá me dijo que que no fuera tonto, todos los chicos que participarán de seguro van a tener las cejas depiladas. Bueno mamá depílamelas. Ayyyyyyy, eso fue un infierno, nuca creí que doliera tanto extraer los pelos de las cejas.

Al terminar me vi en el espejo y efectivamente la depilación me dio un porte bastante femenino. Me paré y me vi de cuerpo entero y, realmente vi a una chica y no a un hombre con vestido, no dejaba de verme, dando vuelta para uno y otro lado, en eso vi a mi mamá que me estaba viendo, entonces me puse rojo como jitomate. Mi mamá me dijo que no me diera pena, que me veía muy bien, incluso me veía como una chica hermosa, no sabía que contestarle, simplemente le dije gracias.

Oye mamá, por que me he vestido tan temprano, falta mucho para el evento, oh! hija, nuevamente puse colorado, se río mi mamá y me dijo, en este momento te voy hablar en femenino, pues se vería muy raro hablarte en masculino pareciendo una chica, ¿no crees? Tienes razón, así es que tu nombre será Fernanda, así solo cambiamos una letra de tu nombre, nos reímos. Bueno te decía, que vamos a ir a un salón de belleza para que te peinen y te pongan unas extensiones, te maquillen y te hagan una manicura y pinten tus uñas. Depuse regresamos a la casa y te vestirás para el evento… Pero mamá, me va a dar mucha pena que me vean personas que no conozco, bueno tú sí las conoces…no, entonces no hay problema -replicó mi mamá, además, me tomo del brazo y me volvió a poner frente al espejo y me preguntó, ¿ves a un chico o a una chica? Una chica, le contesté, entonces hija mía, nadie se dará cuenta de tu genero. ¡Vamos!

Fue una experiencia fascinante, el que te peinen y maquillen, mi manicura, como las empleadas del salón de belleza sabían que iba a un concurso de belleza, se esforzaron para hacer un trabajo de excelencia.

Cuando terminaron de peinarme y maquillarme, me pararon frente al espejo, no podía creerlo, estaba viendo a una muchacha muy hermosa. Tanto mi mamá como María y las empleadas del salón no se cansaban de alabarme, de lo hermosa queme vea, yo me sentí muy bien, no dejaba de admirarme a mi mismo. Hasta que repentinamente odia la vos de María queme dijo, Fer, ya déjate de ver lo hermosa que eres, que tenemos que irnos, todo mundo se rió discretamente y mi cara quedó roja como jitomate, rápido fui a donde estaba mi mamá y María.

Nos salimos y fuimos a comer a un restaurante, yo ya estaba en mi papel femenino, con mucha confianza. Obviamente la mesera nos habló en femenino, ¿qué van a querer las señoritas? Debido a que iba muy bien peinada y maquillado, algunas personas se me quedaban viendo, algunos chicos no me quitaban la vista. En eso María dijo que estaba celosa de mi, pues me vea mucho mejor que ella, en eso puse una cara de asombro un poco nerviosa, entonces María me dijo que no era cierto, que solo lo dijo para darme lata, que realmente se sentía orgullosa de mi por la valentía de hacer todo esto.

Una hora antes del evento, estábamos saliendo de casa, yo llevaba un vestido con falda tipo A que sería el usaría en ropa casual, y unos aretes largos que resaltaban sobre mi peinado, los otros cambios los llevaba mi mamá en una maleta especial para que no se arrugan las prendas.


Fernanda del Mar a los casi 20 años
El evento de womanless consistía en una presentación en ropa informal, después una presentación en ropa de coctel, y finalmente una presentación en ropa de noche. Entre la segunda y tercera presentaciones, se harán preguntas de tipo social. También hay un número de puntos dependiendo del promedio escolar que tenemos hasta el momento del evento, ya que es lo primero que cuida la escuela, el nivel académico de los alumnos.

Al llegar a la escuela, la maestra esta recibiendo a todos los participantes e indicándoles a donde dirigirse. Al verme frunció su sueño de extrañeza y me preguntó que quién era, le dije Fernando, ¿no me reconoce maestra? -le pregunté, entonces cambió su expresión a una de asombro, Fer, pensé que eras una chica familiar de alguno de tus compañeros, te  ves fenomenal, me dijo, ya no me ruboricé, simplemente le dije que gracias, me sentí muy bien con ese comentario de la maestra.

Al entra al salón a donde mandó la maestra, ya estaban otro chicos que iban a concursar junto con sus equipos de chicas. De reojo estuve viendo a los otro chicos que iban a concursar, me sorprendió que solo cinco de los 19 parecíamos chicas, los demás se veían inmediatamente que eran chicos. Diez minutos antes de las ocho, entró la maestra para ver que ya estuviéramos listos para iniciar el evento, en eso entraron los chicos que nos iban a llevar, ellos también tendrían tres cambios de ropa, acordes a los nuestros. Vi a Beto, que estaba buscando a alguien, me extraño, pues se supone que se debería acercar a mi. Entonces me dirigí hacia él, me miro y me sonrió, entonces le pregunté ¿Beto, a quién buscas? Rápido volteo a verme y se le engrandecieron los ojos, y me dices “Que hermosa estas Fer”. Pues te estaba buscando a ti, no pensé que te vieras realmente como una chica y, además hermosa. Mi cara s puso roja, roja , roja. Me abrazó y me dio un beso en la mejilla, más rojo me puse. Rápidamente me repuse y le dije gracias, tú también te ves muy bien, creo que nunca te había visto con corbata. En eso la maestra nos pidió que nos formáramos en parejas, entonces tomé del brazo a Beto, como me enseñó mi hermana, Beto sonrió mucho y se sintió como muy orgulloso de llevarme y yo, me sentí muy bien que Beto me llevara del brazo, eso me dio más confianza.

Eramos la sexta pareja, conforme iban entrando al escenario, se oían aplausos por parte del público y algunas risas, no de burla, creo que era por el impacto del tipo de evento, para esto se les advirtió a los estudiante de los otros años, que no se fueran a burlar, que si no les gustaba que no asistieran al evento. Pero prácticamente estaba toda la escuela y los familiares de los participantes. Cada parejo tardaba unos cinco minutos al entrar, pues tenían que pasear por todo el escenario. Al fin nos tocó a Beto y a mi salir, al salir inmediatamente se ollero los aplausos y, de repente oí algunas exclamaciones de asombro, creo que no creían que realmente era un chico, incluso oí a un chico que gritó “ahora sí la hiciste Beto”. Para todo esto, nos asignaron nombres de mujer, si era posible, nuestro nombre en versión femenina, por lo cual yo aparecí como Fernanda. Fuimos al lugar que habían asignado y ahí esperamos a que salieran el resto de las parejas. Después volvimos a la pasarela dando una vuelta de 360º para que nos vieran nuevamente los jueces. Mientras que veía a Beto muy emocionado por todo lo que estaba pasando. Me acerqué y le pregunté que por qué estaba tan emocionado, que simplemente él era mi acompañante, además se supone que este evento, no Fernanda, nada, simplemente por que es algo completamente diferente y me da mucho gusto acompañarte en tu papel femenino, le di las gracias y que yo también estaba contento. Después pasamos una por una para que los jueces nos hicieran preguntas, se quedó que las preguntas sería sobre las materias que llevamos, o sea que se nos evaluaría académicamente, quedaron fuera todas esas preguntas insulsas que se preguntan el eventos de las “Miss”.

Cara de Fernanda del Mar a la edad
de 28 años
Entramos a cambiarnos con ropa de coctel. Yo me puse un vestido negro  sin tirantes, con una falda hampona y a media pierna, cuando me vi en el espejo, me sentí fabuloso, ya me estaba creyendo que era una chica hermosa, el caso es que me vi espectacular. Cuando salí del vestidor me volteó a ver Beto, hizo una exclamación de tal forma que todos voltearon a verme, yo no me puse rojo de la cara, ya lo había asumido, al contrario me sentí muy bien  y segura.

Nos formamos nuevamente todos esperando para la segunda ronda. Al llegar la maestra con nosotros, nos dijo que estábamos haciendo las cosas muy bien. En eso dieron la señal para que saliéramos, nuevamente se oyeron aplausos, ahora ya no se oían risas. Al fin nos tocó a Beto y a mi salir, nuevamente se ollero aplausos más efusivos que los que le dieron a mis compañeros, y algunos exclamaciones de admiración. Nuevamente pasamos por las preguntas, ahora fue de historia. Varios de mis compañeros tuvieron dificultades para responder. Yo respondí perfectamente, ya que la historia me fascinaba mucho. Finalmente salimos todos para prepararnos para la última ronda, en la cual iríamos con vestidos de gala.

Al llegar al vestidor, mi hermana y mi mamá ya me estaban esperando para ayudarme a vestirme, Beto se quedó en el pasillo para esperarme. Mi mamá me dio una sorpresa, pues originalmente iba a usar uno de sus vestidos de gala que ella guardaba desde que era joven, pero sacó un vestido nuevo, para que yo estrenara, no pude aguantar mi expresión de felicidad. Entonces mi mamá me dijo que es importante que cuando una chica va ir por primera vez a un evento de gala, debe estrenar un vestido, por eso me lo había comprado. Era un vestido plateado ajustado al cuerpo con los hombros desnudos, además uno zapatos de punta desnuda con un taco de 9 cm, también en color plata. Cuando salí del vestidor, nuevamente Beto dijo ¡WAUUUU! Y obviamente todos voltearon, lo mismo, expresiones de admiración. Una de las chicas cometo que ya todos sabían quien iba a ganar señalándome a mi, me puse rojo, nuevamente, solo me salió decir GRACIAS CHICOS.

Cara de Fernanda del Mar
a la edad de 28 años
Llegó el momento de salir, nuevamente los aplausos y los vivas cuando nos tocó salir a Beto y a mi, para esto yo ya estaba completamente confiado en mi mismo, no dudaba en caminar lo más femenino posible, como me enseñaron mi mamá y me hermana. Vino la ronda de preguntas, ahora fueron pregunta sociales. A mi me tocó que explicara el que motivó la revolución de 1910. A grandes rasgos contesté, pues como ya  había comentado antes, la historia me gusta mucho, así es que tenía muy claro los motivos que ocasionaron la revolución de 1910. Al final los jueces nos pidieron una media hora para sumar las puntuaciones y dar el veredicto. En eso se me acercaron varias de mis compañeras par decirme sus elogios, otras dijeron que me veía mucho mejor que varias de ellas,  yo solo me concreté a decirles que todo esto era obra de mi mamá y mi hermana y que como saben, aprendo rápido las cosas, nos reímos.


Pasó el tiempo y los jueces entraron al escenario, rápido todas las parejas nos acomodamos donde nos habían indicado. Entones el presidente del jurado se acercó al micrófono para hacer unos comentarios: Estimados concursantes, maestras y maestros, autoridades de publico en general, lo que voy a comentar no estaba previsto, ya que se ha dado un empate… en eso se oyen abucheos porque todos estaban seguros que yo ganaría con una amplia ventaja respeto al resto de los participantes. Pero el presidente hizo los ademanes de calma, y dijo con voz enfática, calma, calma, no me han dejado terminar de hablar, entonces todos se callaron y pusieron atención al presidente. A ver, efectivamente dije que hubo un empate, pero en el segundo lugar, es obvio quien gano el primer lugar, fue Fernando, perdón Fernanda y ganó por una diferencia de más de 75% respecto a los dos segundos lugares. De ahí vino la coronación, la directora de la escuela fue quien me puso la corona y mi maestra me dio un ramo de flores y me puso la banda de ganadora del primer concurso de “womanless”. En ese momento yo sentía que era otra persona, obviamente una chica que ganó un concurso de belleza.


Capítulo 3

Al terminar los festejos, que obviamente Beto y yo fuimos los últimos en entrar a los vestidores, ya mis compañeros travestidos se estaban desmaquillando, y poniendo su ropa masculina. Yo iba a empezar a desmaquillarme cuando entró mi mamá y me dijo, no, no te desmaquilles, vamos ir a cenar, pero mamá, le respondí, no tardo mucho en cambiarme y desmaquillarme. Lo que pasas Fer, es que no te traje tu ropa de hombre, pero mamá como voy a ir así. ¡Claro que sí! Dijo mi mamá, te pones el vestido casual y así vamos, esta bien mamá. Al fin salimos a cenar a un restaurante más o menos caro, mi mamá estaba feliz de que haya ganado y por eso eligió ese restaurante. AL llegar Beto salí rápido del coche y me ayudó a salir, me tomo del brazo y nos encaminaos al restaurante. Nos recibió el Hoster y nos llevo a nuestra mesa, yo me sentía toda una Dama, pues me estaban consintiendo todos y, eso te hace sentir muy bien. Cuando ya estábamos cenando, se acercó un chico a nuestra mesa, resultó que era el novio de mi hermana, nos presentó a mi mamá, a Beto, y cuando llegó a mi, titubeó un poco y dijo, José Luis ella es mi hermanita, en eso su novio dijo, perdón María, te había entendido mal, pensé que tenías un hermano, pero es una sorpresa que tienes una hermana tan bonita como tú. Lo saludé y le di las gracias, vi que Beto puso cara de molesto. Ya que se fueron mi hermana con su novio, le dije a Beto que por qué se había molestado con el novio de mi hermana. Lo que pasa es que te coqueteó siendo que es el novio de tu hermana. Me reí diciéndole qué te importa, allá mi hermana que se lo permite. Además que te interesa Beto, no me digas que estas celoso, RECUERDA que soy Fernando, no Fernanda, y tanto mi mamá y yo nos reímos. Beto se puso rojo como jitomate maduro, pues se dio cuenta que sí estaba celoso. Entones al unísono, mi mamá y yo dijimos, ¡sí está celoso jajajajajaja! Más rojo se puso Beto.
Salimos del restaurante y nos subimos al auto. Mi mamá le dijo a Beto que lo llevaríamos a su casa, inmediatamente Beto le dijo a mi mamá que no era necesario, que él quería irse caminando desde nuestra casa, mi mamá insistió, pero Beto insistió que no, argumentando que a pie su casa esta cerca, pero en auto el camino es largo, no vale la pena ir en auto. Esta bien Beto, le contestó mi mamá.
Con mi entrañable mamá (2009)
Al llegar a la casa, nos bajamos y mi mamá se despidió de Beto y cuando yo me iba a despedir me dijo que quería platicar conmigo un momento, lo oyó mi mamá y dijo, esta bien los dejo solos porque confío en ti Beto, jajajaja nos reímos mi mamá y yo. ¿Qué pasa Beto? Lo que pasa es que aunque no lo creas te veo como a una chica, no como a mi amigo, le contesté, sí ya me di cuenta Beto, pero soy Fernando, así es que deja de tener esos pensamientos, ¿de acuerdo? Sí, tienes razón, me contestó. Ya me voy, me dio la mano y se acercó para darme un beso en mi mejilla, lo dejé, pues en ese momento mi papel era de una chica, pero a la hora de acercarse a mi mejilla, me viró mi cara y me plantó un beso en mi boca. Yo no me moví de la impresión, en cuanto se separó se echó a correr sin decir nada. Me esperé un poco antes de entrar a mi casa, pues me sentía aturdido con lo que acababa de pasar. Al fin me sentí bien y entré a la casa, al ir a la cocina que es donde estaba mi mamá y mi hermana que ya la había traído su novio del restaurante, ellas estaban platicando, en cuanto me vieron empezaron a decirme, Fernanda tiene novio, Fernanda tiene novio y se rieron. Intuí que vieron que Beto me besó. Entonces decidí platicarles lo que había pasado, al terminar mi hermana me preguntó, ¿y porqué te quedaste sin moverte cuando te besó, seguro lo disfrutaste, me dijo mi hermana, se rieron las dos mientras mi cara se ponía roja.  No te enojes Fer, solo estamos bromeando, sí les dije, ya lo sé que están dándome lata, pero saben que nunca me enojo con nadie y, menos con ustedes, me uní a la risa.
En un colegio en EEUU una escuela de niños
pusieron en escena Romeo y Julieta, el niño
que la hacía de Julieta decidió besar a
su Romero (esto es cierto, claro que en el texto
no se menciona el beso.
Salió publicado en LIFE del 2 de enero de 1939)
Pasé mi primer fin de semana en forma normal, o sea de chico sin faldas ni tacones altos, pero mis movimientos femeninos estaban ahí. Tanto mi mamá como mi hermana me dijeron que tratara de cuidar mis movimientos, si no iba a recibir muchas burlas de mis compañeros. ¡Claro! Dijeron al unísono, aquí en la casa puedes comportarte como quieras, y se rieron. Como ya saben que yo no me enojaba por sus bromas, les contesté, ha que bueno, entonces aquí descansaré de mi actuación de afuera y me fui exagerando los movimientos femeninos y riéndome.
Al día siguiente, al llegar a la escuela, todos me felicitaban por mi triunfo en el concurso, de repente vi una fotografía grande mía, con mi corona y a un lado mi fotografía de chico colgada en el pizarrón de avisos, entre los aplausos y mi fotografía me sentí muy bien y orgulloso de mi logro, les di las gracias a todos los que me aplaudían. Prácticamente nadie se burló de mi triunfo de ser Miss Womanless. En la escuela tuve mucho cuidado en mis movimientos, para evitar cualquier tipo de suspicacia por todos mis compañeros. Ya casi al terminar las clases, me di cuenta que Beto no había ido a la escuela. Al salir fui a la casa de Beto para saber que había pasado, pues él nunca faltaba a clases. Me abrió la puerta su mamá, antes que dijera nada me felicitó mucho por lo de Miss womanless, yo me pues un poco rojo y le di las gracias. Beto me contó que te veías fabulosa, incluso me enseñó muchas fotos que te tomó. A que bueno señora, le dije y le di las gracias. Al fin le pregunté que por que Beto no había ido a la escuela, me dijo que se sintió mal y no quiso ir, algo grave, le pregunté, no Nando, creo que algo le preocupa y eso  hizo que se sintiera mal. Puedo subir a verlo, claro Nando, yo creo que al verte se va componer. Subí las escaleras y al llegar a la puerta de su dormitorio, toqué a la vez que entraba, como siempre lo había hecho.  Al verme Beto, empezó a tartamudear tratando de disculparse, pero no se le entendía absolutamente nada. Y por más que trataba de explicar no decía nada. Yo me quedé viéndolo sin decirle nada, solo me divertí un viéndolo como se retorcía tratando de justificar por que me dio un beso.  Haber  Beto, le dije, no te disculpes, simplemente pasó y ya, era un momento muy emotivo y creo que por eso reaccionaste de esa forma. Deberás no estas enojado conmigo. Claro que no Beto, tan amigos como siempre. Ya que le pasó la conmoción le pregunté que por qué no había ido a la escuela. Con la cabeza cabizbaja me dijo que por no encontrarme, pues se sentía muy mal por lo del beso.

Salimos y nos fuimos a comer, ahí platicamos de todo lo que había pasado, obviamente vi que se emocionaba (no exageradamente) cuando la plática era sobre mi como chica, cuando el tema fue la cena después del evento, le pregunté, por qué se había puesto celoso cuando el novio de mi hermana empezó a piropearme, primero lo negó rotundamente. Pero le dije que tanto mi mamá mi hermana y yo nos dimos perfectamente cuenta que estabas celoso. Al final lo reconoció - sí me puse muy celoso, pues sentía que me querían quitar a mi chica, lo sé, lo sé, no eres mi chica, pero no sé que me pasó, además tú también te portaste un pco coqueta, en eso solté una risa y le dije, efectivamente, no niego que me porte coqueta un poco, pero eso era parte de ese momento femenino que sentí todo ese día. Dejamos el tema por la paz y nos fuimos a los villares a jugar una partida, pues yo ya tenía un buen tiempo de no jugar…


Capítulo 4 


Pasaron ocho meses después del concurso Miss Womanless, ya para ese tiempo mis ademanes regresaron a ser completamente masculinos. Eso lo noté por que las burlas (amigables en todos los casos) desaparecieron completamente.  Beto ya no comentaba nada sobre el beso que me dio el día que gané el concurso de Miss Womanless. Como siempre al salir de la escuela Beto y yo fuimos caminado a nuestras casas, platicando del próximo torneo de baloncesto, esperando que el entrenador nos escogiera, que aunque yo soy bajo de estatura para ser basquetbolita, soy bastante bueno. Al fin llegamos a mi casa y nos despedimos, entré a la casa, ya mi hermana y mi mamá estaban en la cocina listas para comer, solo me estaban esperando. Iba a servirme mi comida como siempre, entonces mi hermana me dijo, siéntate, yo te sirvo, eso me llamó mucho la atención, pues desde que era chiquito, siempre me dijeron que yo tenía que aprender a servirme, hacer mi recámara, cuando cumplí diez años, empecé hacer quehacer en la casa, ya que todos éramos iguales en obligaciones en la casa y a mi me parece razonable. Durante toda la comida me estuvo consintiendo y yo, me dejé consentir. Platicamos de todo, y al final mi hermana sacó a colación el certamen de Miss Womanless.  Al levantarnos de la mesa, mi hermana me dijo, acompáñame a mi cuarto,  quiero enseñarte un vestido que compré, bueno, vamos. Se me hizo raro, pues siempre que me enseñaba sus cosas nuevas era en la sala o en mi cuarto, era la primera vez que me llamaba a su cuarto. Al llegar, sacó una caja y de ahí saco el vestido más hermoso que había visto yo, era un vestido negro para coctel, sin mangas con cuello de princesa. Le dije, se te va a ver fantástico, sí, eso creo, me contestó mi hermana. En eso se mi hermana paró frente al espejo para extender el vestido contra su cuerpo, yo me levanté y me puse también frente al espejo. Entonces ella con un movimiento rápido me lo puse, mira te queda como pintado, me reí y le dije, efectivamente. En eso me di cuenta que el vestido era chico para mi hermana, entonces separé sus manos junto con el vestido de mi y el dije, oye, este vestido no es de tu talla. Efectivamente Nando, es de tu talla. Y para qué me lo compraste, ya te había dicho que se olvidaran de Fernanda, que eso fue una diversión y nada más. Sí ya lo sé, me contesto mi hermana. Entonces por qué me compraste un vestido, le dije. Mira Fer, te acuerdas del día que fuimos a cenar después del certamen de Miss Womanless, sí le dije. Bueno recordarás que les presenté a mi novio, sí, me acuerdo. Ese día en la mañana él se me declaró, o sea que realmente él no sabía nada d mi familia hasta la noche que los presenté. Oye, me acuerdo que me presentaste como tu hermanita. Efectivamente y él se quedó con la idea de que realmente tengo una hermana. No se lo aclaraste, sí, pero hasta hoy en la mañana, ya que me puso en un aprieto. Cómo esta eso del aprieto, le pregunté. Te cuento, en la mañana José Luis me dijo que estaba emocionado porque había conseguido unas entradas para ir a ver la novena sinfonía de Beethoven, nosotros habíamos discutido mucho sobre Beethoven y era una oportunidad magnífica para disfrutarla. Pero entonces me dijo que iba a llevar a su primo Heriberto que llego de Saltillo, pues no había con quien dejarlo, además este chico era también un admirador de Beethoven. Pues lo llevamos le contesté. Entonces José Luis me dijo que él quería estar a solas conmigo y, la presencia de su primo estropeaba un poco sus planes. Entonces José Luis me dijo, será que tu hermanita quiera acompañarnos, son casi de la mima edad y creo que se llevarían muy bien. Entonces yo tragué saliva y le dije que creía que mi hermanita pudiera acompañarnos. Mejor buscamos a otra acompañante, le contesté, porqué, me pregunto, le inventé que tenías un compromiso que te hacia imposible ir. Déjame buscar entre mis amigas de la edad de Fernanda, esta bien me dijo. Eso fue la semana pasada, pero por más que trate de conseguir a una chica que nos acompañara durante toda la semana, me fue imposible, ya que las mamás no les dieron permiso, Así es que hoy en la mañana se lo confesé, le dije; mi querido José Luis, tengo que decirte algo importante, que debí decirte hace mucho tiempo. ¿Qué es? Entonces le platiqué de por que conoció a mi hermanita y no a mi hermanito.  Así es que me puse a pensar y le dije a José Luis que a lo mejor podía conseguir a una acompañante. Obviamente pensaste en mi, ¿me equivoco mi querida María? No, no te equivocas mi Fer, pensé que por mi podrías hacer este favor, ¿siiiiiií? Hice cara de no saber qué hacer, en eso vi a mi mamá que estaba en el quicio de la puerta. Le eché una mirada a mi mamá como preguntándole ¿qué hago?… Mi mamá me llamó y fuimos a mi recámara, nos sentamos en la cama y me dijo: Lo que te está pidiendo tu hermana realmente no es algo que te obligue hacerlo, es tu hermana y, estrictamente ella no tiene derecho a pedirte algo tan fuerte como te lo está pidiendo. Pero si tú lo consideras y, que realmente no te molesta hacerlo, pues creo que vale la pena ayudarla. Tú lo decides Fer, y te repito, si lo haces es por ayudar a tu hermana, no por qué creas que es un obligación. Por otro lado mi Fer, seamos sinceros, sí te gusta transformarte en una chica de vez en cuando, sí o no. Sí, me divierte mucho, pero eso no quiere decir que realmente quiera ser una chica, simplemente me divierte hacerlo de vez en cuando. Bueno hijo, hoy en la noche consúltalo con la almohada y mañana le dices a María que decidiste, pues esto es para el sábado en la tarde y hoy es miércoles. Ya para la noche había tomado la decisión, ¡ayudaría a mi hermana!
A la mañana siguiente le dije a María que la ayudaría, inmediatamente puso una cara entre alegría y satisfacción, pues se había resuelto su problema. Me dio las gracias muchísimas veces y me consintió lo más posible. Como ya me había cortado el pelo, me dijo que el viernes iríamos de compras para tener todas las cosas que yo iba a usar. 
El viernes saliendo de la escuela, María ya me estaba esperando para ir de compras. Primero fuimos a compra runa peluca, María tenía muy claro que sería una peluca de pelo natural, pues la de pelo sintético siempre se nota que son pelucas. Entramos a la tienda y sin “tapujos”, mi hermana pidió una peluca más o menos al hombro de largo y con un fleco, color cobrizo claro. Se la prueba señorita, y mi hermana contestó, no, no es para mi, es para mi hermano. Las señorita puso ojos de sorpresa, entonces mi hermana le dijo que era por que yo había perdido una apuesta. Entonces la señorita me hizo sentar y me puso la peluca, entonces entre ella y mi hermana empezaron a platicar cual debería ser el mejor peinado. Al final se me quedó viendo la señorita y me dijo, te ves muy bien, con un poco de maquillaje y una pequeña depilación de cejas, lucirás como una chica. Yo me sonreí y le di las gracias. Cuando pagó mi hermana vi que era mucho dinero, entonces comprendí lo importante que era para mi hermana esa cita, entonces pondría todo de mi parte para que a ella le fuera muy bien.
De ahí nos fuimos a comprar ropa interior, unas pantaletas de encaje, pero lo suficientemente amplia para que estuviera muy cómodo. El brasier, lo compramos para que mi pequeñísimo pecho pudiera entrar en la copa “B”, sin necesidad de poner rellenos. No me di cuenta que mi hermana compró seis pares de pantaletas y tres brasieres. Pasamos al salón de belleza para hacer cita para el viernes en la mañana, para peinarnos y nos hiciera maniquiur.
Al regresar a la casa, yo iba pensativo, estaba evaluando toda esta aventura. Me había dado cuenta que esto me gustaba y más que era un favor a mi hermana que quiero  muchísimo, que lo más seguro es que de ahora en adelante trataría de salir más veces como chica, pues me divertía mucho. En eso me ve mi hermana y me pregunta que que me pasaba, le conteste que estaba pensativo, nerviosa me preguntó si me estaba arrepintiendo, le dije no, al contrario, estoy emocionado por toda esta aventura. Entonces cambio la cara de mi hermana a una de felicidad. Le dije a mi hermana que ya le platicaría el sábado lo que estaba pensando y, no te apures María, que todo va a salir muy bien.
El viernes nos paramos temprano para bañarnos, yo me di una baños de burbujas muy perfumado. Después nos arreglamos, María me dio un vestido del diario, m puse unos aretes pequeños con forma de corazón, unas pantimedias transparentes y unos zapatos bajos, muy poco maquillaje y una pañoleta en mi cabeza, pues mi pelo estaba muy corto y nos salimos de la casa. Al estar completamente vestido como una chica, mis gesticulaciones femeninas salieron automáticamente, sin pensarlo, fue como un reflejo condicionado. Posteriormente tanto mi mamá como María me lo harían notar.
Llegamos a la tienda donde compramos la peluca, ya la tenían peinada, nos la dieron en un cabezón, ya que me la pondrían en el salón de belleza. Cuando me vio la dependienta que nos atendió el viernes, me dijo ¿eres el chico que…? Sí, yo soy, pues te ves como chica, ya me imagino cuando te arregles, ta vas a ver fabulosa. Gracias, no sabía que más decir. Mi hermana pagó y nos fuimos al salón de belleza. Cuando entramos mi hermana platicó con la dueña y le explicó todo, en eso vi que la señora me veía con un poco e incredulidad. Se dirigió así mi diciéndome, es increíble que seas un chico, mi cara se puso roja. No te de pena, ya me contó tu hermana, así es que yo personalmente te voy arreglar. Me llevó al sillón y empiezo mi transformación final. Tanto a mi hermana como a mi nos pusieron un maquillaje ligero, ya que la dueña que era experta en maquillaje, consideró que así nos veríamos muy bien y naturales. Finalmente me pusieron la peluca, era larga a media espalda, retocaron el peinado, me levantaron del sillón y me llevaron al espejo. Me había gustado mucho como me veía en aquella ocasión del concurso Miss Womanless, pero ahora estaba completamente impresionado, es increíble lo hemos que me veía, además me veía como una chica de 18 años y no de 15 como tenía en ese momento.
Llegamos a la casa, obviamente mi mamá no dejo de decirme lo hermosa que me veía. Mi mamá ya nos tenía lista la comida, yo estaba temeroso de echar a perder mi maquillaje, así es que mi hermana me dio unos consejos de como se come sin dañarlo.
Finalmente llegó la hora de vestirnos, mamá me tenía un juego de ropa interior negro muy hermosa, el brasier la pantaletas y un medio fondo. Me dejó en mi cuarto para que empezara vestirme. La hice con mucho cuidado, siguiendo las instrucciones de mi hermana para no echar a perder mi maquillaje y peinado. Al final terminé y llamé a mi mamá para que me ayudara a ponerme mi vestido. En lo que la esperaba me vi en el espejo, vi una hermosa chica, claro con una protuberancia que no debería estar ahí, al verlo me dio mucha vergüenza. En eso entró mi mamá y se dio cuenta, por que te apenas hija, nada mamá, que al verme tan hermosa y con mi, mmm que se me…, -le señalé con mi dedo- Se sonrió mi mamá y me dijo que toda vía estaba a tiempo de cancelar la cita, le dije; no mamá, no sé realmente que es lo que me pasa, pero aseguro que sí quiero ayudar a María y, además te confieso que me divierte mucho vestirme, no, no solo vestirme, sino pasar por una mujer. Pues a divertirte Fer, que a casi era la hora. me puse mi perfume, debo decirles que ya a esta altura en mi cuarto había un pequeño tocador, donde ya tenía un juego de maquillaje y mi perfume.
Al fin terminé y salí, ya María estaba esperándome, cuando me vio nuevamente me echó propios, el mejor de ellos es que me veía más hermosa que ella. En eso me entro una preocupación de que el primo de José Luis  fuera un chico bajo de estatura, pues aunque que yo no era alta, con mis tacones alcanzaba una estatura de aproximadamente un metro setenta centímetros. Ya era casi la hora, en eso cuando oímos que llegó un coche, era José Luis y su primo. Mi mamá abrió en lo que María y yo nos pusimos juntas esperando a que entraran. Entraron y lo primero que buscó mi vista era a Heriberto, al verlo me sentí aliviada, pues era un poco más alto que yo con tacones, como buen norteño. Vinieron las presentaciones y cuando me saludó José Luis me dijo, te ves muy hermosa Fer, más que el día que te conocí, se me puso roja la cara, pues yo sabía que él, ya sabía que era un chico. En eso, me presentó a Heriberto, dijo- mi primo Heriberto, que te quería conocer desde que le enseñe una foto tuya, al oír eso, sentí que un calor muy fuerte que me subía y me bajaba por todo el cuero. Lo saludé muy tímidamente, él respondió también muy tímidamente. Eso me tranquilizo mucho, pues había pensado que iba a ser un chico muy atrevido y empezaría agarrarme por todas partes o sea, que todo el tiempo iba yo a estar luchando para que no me estuviera agarrando y mucho menos besando.
Mi mamá nos pidió que nos pusiéramos en parejas para tomarnos unas foto, recordando que era nuestra primera cita formal, tanto para María como para mi, ¡claro! No hubiera pensado que mi primera cita fuera en estas circunstancias… Claro que había una diferencia muy grande entra la cita de mi hermana y la mía, ya que yo solo era acompañante, mientras que mi hermana era su novio y como tales, se iban haciendo cariños y se iban besando por todo el camino, mientras Heriberto y yo íbamos sentados en la parte trasera del auto separados lo más posible, mientras mi hermana y su novio lo más pegados posibles.
Cara de Fernanda ~2006
Llegamos a la sala de sinfónica, como ya íbamos un poco atrasados, así es que cada quién salió por su puerta, logramos entrar antes que cerraran la puerta, nos fuimos con mucho cuidad a nuestros asientos. Estuvo espectacular el concierto, Obviamente Heriberto y yo nos sentamos juntos, y tanto él como yo no sabíamos tratamos de no tocarnos, pensé que él sabía que no era una chica y por eso me rehuía. En el intermedio ellos fueron por una copa de vino blanco para que brindáramos por esta citas. Mi hermana me preguntó que como  se comportaba Heriberto, le dije que creía que sabía que no era chica, ¿por qué? me preguntó, pues se distancia mucho, claro, eso es mejor para mi. Entonces María me dijo, que más bien creía que el chico era muy tímido, mira, me dijo María, Creo que José Luis le esta diciendo que no sea tan tímido, eso espero le dije, entonces María volteó a verme con uno ojos muy grandes, bueno, ejeh, ejeh, me dio un poco de pena, en eso llegaban los muchachos. Brindamos por ese encuentro y deseos para lo mejor de la vida. En eso vimos la segunda llamada, así es que José Luis agarró del brazo a María y le echó una mirada de insistencia a Heriberto que hiciera lo mismo. Así es que Heriberto se dirigió a mi y me tomo del brazo, yo accedí sin ningún problema y nos dirigimos a la entrar a la sala, dejando las copas en una mesa con ese fin. Entramos a la sala y Heriberto no me dejó en ningún momento. Durante la segunda parte del concierto Heriberto no dejó de agarrarme la mano. Yo realmente estaba tranquilo, pues no esperaba que pasar nada más allá de “manitas sudadas”.  Al terminar el concierto, me desprendí de su mano para pararme y aplaudir, como todo el público. Nuevamente me tomó del brazo y nos fuimos al auto. Me abrió la puerta, lo mismo que hacía José Luis con María. Pensé que ya nos íbamos a casa, pero se volteo María par decirnos que iríamos a comer algo en el restaurante de la Luna, es un restaurante en el que se come dentro de los autos, estaba bien dijimos los dos. Al llegar, mi hermana y yo fuimos al sanitario, lo mismo hicieron los chicos. Entonces mi hermana me dice, ya vi que no te suelta Heriberto, le contesté, hasta que se animó, y agregué: como ya te había dicho, o sabe que soy un chico o no le gustan las chicas. Lo que pasa, me dijo María, es que José Luis habló con él para que se le quitara la timidez, y como veo ya agarró un poco de confianza en si mismo, ¿no crees? A bueno, entones por esa razón me tomó del brazo, en eso llegábamos al auto, entramos y unos segundos depuse llegaron los chicos.
Ya estaba la carta en la parrilla que pone la mesera, para poder consumir, para que decidiéramos que íbamos a pedir, yo pedí una hamburguesa y un refresco de limón, y más o menos pidieron cosas parecidas los demás. Los cuatro estuvimos platicando sobre el concierto, pero al rato solo yo y Heriberto estábamos platicando, y mi hermana y José Luis tenían su propios temas de plática. En eso llegaron los alimentos y nos pusimos a consumirlos. Yo tenía mucha haber, pues no había probado alimento desde la mañana. Así es que le entré con ganas, a los 20 minutos ya habíamos terminado de comer todos. 
En eso tanto María como José Luis se fueron y nosotros seguimos platicando. Hice una pausa para tomar mi refresco y, en cuanto bajé el vaso, Heriberto me planta un beso, yo no pude hacer nada para evitarlo, lo más que pude hacer fue agitar los brazos y como pude lo separé. En cuanto él sintió que lo rechacé, se hico hacia atrás y me pidió mil perdones, que no lo volvería hacer y seguir balbuceando muchas cosas incomprensibles con la mirada baja.  Le dije ¡Calma, clama! en lo que ponía mi vaso de refresco en su lugar, lo que pasa es que me agarraste con el vaso en la mano, entonces lo abracé y lo empecé a besar y respondió con gusto…  En eso estábamos cuando volvieron María y su novio, y nos vieron, María no lo creía y, mientras José Luis le comentó a María --que él había animado a su primo a ser más agresivo con tu hermana, pero creo que exagero, no--. Se rieron a la vez, eso hizo que me percatara de que estaban ahí. Rápido nos separamos y ambas caras las teníamos rojas como tomates. No se apuren chicos, no pasa nada, es muy natural, dijo mi hermana, viéndome y guiñando del ojo, yo solo le sonreí. Ye era tarde, así que de ahí nos fuimos a la casa, Heriberto no dejó de tomarme de la mano hasta llegar a la casa, me ayuda a bajarme y nos despedimos, ahora solo un beso en la mejilla, pero Heriberto me dijo nuevamente lo hermosa que era y que había pasado una noche inolvidable, así es que lo tomé y le di un beso casi en la comisura de los labios. Se sonrojó y me dio las gracias. Se fueron y de reojo vi a Beto detrás del árbol, le dije a María que entrara que ahorita iba, ella me dijo no, vamos.. y en eso vio a Beto, bueno, no te tardes. Nos acercamos y me reclamó que por que había salido con ese tipejo, que nos vio que nos besamos, le dije, te explico… No, tu mamá ya me explicó por que saliste con ese tipo, lo que no me gustó es que lo besaras, le dije, pero solo lo besé en la mejilla, te doy un beso como le di a él, para que veas que no hay nada malo, al acercar mi cara para darle el beso en la mejilla, tomó mi cara y me dio un beso en los labios, en ese momento pensé dentro de mi, pues le daré gusto, entonces respondí a su beso, el beso duró como un minuto. Al separarnos me dijo que estaba loco por mi, pero en mi versión femenina, que por favor fuera chica por el resto de mi vida. Le dije que dejara de decir tonterías y ya vete a tu casa, hoy soy chica para ayudar a mi hermana que la quiero mucho y hago por ella lo que sea, así es que olvídate de todas esas tonterías que me dijiste. Pero Fer, sentí que me respondiste al beso, sí, le contesté, lo hice por amistad, por que te quiero como amigo y, entiendo que tu fantasía era besarme, pero hasta ahí. Dí media vuelta y me fui a la casa.

Al entrar a la casa ya me estaba esperando mi mamá y María. Mi mamá inmediatamente me interrogó, como era posible (en tono amable, no de reclamo) que me hubiera besado en la boca con el primo de José Luis, y también te acabamos de verte besarte con Beto, que te vimos muy bien, terminó con la pregunta clásica…¿Te gustan los hombre? Pensé un poco y le dije: no lo sé mamá, en este momento no pienso en tener sexo con un hombre, simplemente no me pasa por la cabeza, es más, se me hace un poco feo ese pensamiento. Entonces por que los besaste, agregó mi mamá. No lo sé mami, se me hizo algo natural, sé que no soy una mujer, pero me divertí mucho, principalmente con Heriberto y con Beto, simplemente para darle un pequeño gusto, sí ya sé que suena un poco estúpido, pero creo que fue por esa razón. Bueno Fer, hagas lo que hagas, pienses lo que pienses, yo te apoyo al 100%. En lo que tomábamos un café seguimos platicando todo lo que nos pasó a María y a mi, incluso les platiqué todo lo que llevó a esos besos de boca a boca con Heriberto y con Beto...


Capítulo 5
Al día siguiente, ya en mi atuendo masculino, mi mamá nos invito a desayunar a un restaurante, nos arreglamos y nos fuimos. Empezamos hablar de varias cosas, el tema del día anterior no se trajo a la mesa, pero María me dijo que bastaba que me arreglara una vez de chica, para que nuevamente adquiera mis ademanes femeninos, inmediatamente se me puso la cara roja, y María y mi mamá se rieron… Seguimos platicando de cosas de la casa y de la escuela, después fuimos de compras y finalmente al cine.

A partir de ese día que bese a Beto, no me lo quité de encima, insistiendo que me volviera a vestir de chica para que fuéramos al cine y a cenar o sea, una cita romántica en todo el sentido de la palabra. Por más que le digo que se olvide de eso, él insiste, incluso lo amenacé que dejaríamos de ser amigos, pero como él sabía que no lo haría, siguió insistiendo.  Para que me dejara en paz, le prometí que la siguiente vez que tuviera la necesidad de vestirme de chica, iríamos a todos los lugares que él quisiera, a regañadientes aceptó. Yo estaba seguro de que ya no tendría necesidad de volverme a vestirme de chica, al menos en mucho tiempo.
María empezó buscar situaciones para que yo me vistiera de mujer, incluso fue hablar con el novio de mi hermana para ver si su primo quiera salir conmigo, obviamente en mi caracterización femenina. Pero Heriberto se había ido a su ciudad y pasará mucho tiempo para que regresara. Y pues no encontró ningún pretexto para que ocurriera lo que tanto  tanto quería María. Nunca se me ocurrió preguntarle a María por que quería que me vistiera nuevamente de Chica.
Pasó el tiempo y faltando dos meses para terminar él años escolar, vino a verme la maestra de inglés y me dijo que ya iba a ser el segundo concurso “womenless”, la interrumpí para decirle que yo no iba a participar, pues según el reglamente solo se puede participar una vez, pero entonces ella me dijo, hay otro artículo en el reglamento, y era que el concursante que había ganado, deberá entregar la corona al nuevo “Miss womaanless”. Así es que te espero dos semanas antes del evento, o sea el 8 de junio para… Interrumpí a la maestra, -pero maestra, si solo voy a entregar la corona no es preciso tanto tiempo de anticipación, no mi Fer, la cita no es para que practiques tu rutina para entregar la corona, es para que la modista te tome mediada, como sobró bastante dinero del concurso anterior, ahora el evento pagará tu vestido por haber sido el ganador. Esta bien maestra, allá nos veremos el el 8 de mayo. 
Decidí no decirle a nadie, incluso ni a mi mamá, pues no quería que Beto estuviera dándome lata, con todo esto decidí regresara a la casa para ir meditando cuando le daría la noticia a mi mamá…
Al llegar a la casa, María y mi mamá ya me estaban esperando para comer, rápido me lave las manos y me senté a la mesa, y me preguntó mi mamá si había habido algo nuevo en la escuela, tartamudeé un poco y le dije que nada relevante para contar, ¿y ustedes cómo la pasaren hoy? Les pregunté, me contestaron que todo igual. Oye Fer- me preguntó mi mamá- ahora en junio es el evento ese queeee ¿cómo se llama? María dijo, creo que es “womanless”. Vas a concursar de nuevo -me preguntó mi mamá- iba a contestar cundo María me dijo; yo sé que vestido puedo prestarte, mi mamá empezó a decirme que me llevara al salón de belleza y no paraban de decirme todo lo que iban hacer para convertirme en una mujer hermosísima nuevamente. Hable en vos alta para callarlas, les dije que no podía concursar pues el reglamento lo prohibía, solo pueden concursar los de segundo de preparatoria. Entonces pusieron caras de decepción, pues ni hablar, dijo mi mamá. Seguimos comiendo, entones María dijo, oye Fer, seguro que vas a tener que ir al concurso, pues el haber sido tú la Miss del año pasado, tendrás que pasarle la corona a la nueva Miss, ¿no Fer? Entonces dejé de comer y me puse nerviosos, entonces mi mamá dijo; ya dejémosle de hacer sufrir, y se rieron. Fer, dijo mi mamá, tu maestra de Inglés me habló para saber si estarías dispuesto a entregar la corona, le dijimos que seguro que sí aceptarías, pero le dije también que hablara contigo directamente, le advertía que te lo dijera de tal forma que no pudieras rechazar la oferta. Por qué mamá, si yo no quiero vestirme  nuevamente de chica. A ver Fer, terminemos de comer y depuse hablamos los dos.
Ya en mi recámara mi mamá me dijo, creo que tu rechazo a transformarte en una mujer, es el que tus amigos se den cuenta que realmente te gusta vestirte de mujer, soy tu madre, he visto como desde pequeños te gustaba jugar con María y te ponías su ropa, y tu bien sabes que ha sido así toda tu niñez y parte de tu pubertad. Solo en estos casi tres últimos años lo has tratado de dejar, pero vinieron los dos eventos, la salida con el primo de José Luis y el concurso Womanless, y Fer, hasta este momento, que yo sepa, no has besado a ninguna mujer, en cambio ya besaste a dos hombres, y estoy segura que te gustó. Yo te veo mucho más feliz cuando traes faldas que en pantalones. Me quede callado sentado en mi cama, mi mamá se paró y empezó a caminar para salir del cuarto, ya en el quiso de la puerta, se volteó y me dijo, si no quieres ir a entregar la corona, no hay problema hijo, yo hablo con la maestra, dio media vuelta y se fue. 
No pude dormir con lo que me dijo mi mamá, ¿realmente quiero ser una chica? Me lo estuve preguntando cada minuto de la noche, sin llegar a una respuesta clara. Al día siguiente esta apesadumbrado por esta situación, así que trate de no pensar en ese asunto, pero me fue imposible, aunque entre a las clases, no me di cuanta de que trataron, así es que decidí irme a la casa faltando dos horas para la salida. Llega a la casa, estaba solo en ella, me fui a mi cuarto y al sentarme en la cama me vino todo lo que me había dicho mi mamá, entonces me di cuenta que lo que había dicho mi mamá era completamente cierto, me gustaba ser una CHICA o al menos parecerlo.
Oí que mi mamá llegó a la casa y bajé corriendo para decírselo, a ella le dio mucho gusto y me dijo, que bueno que te has dado cuenta Fer, pues lo que yo quiero es que seas feliz, así es que ahora trataremos de que así sea. Que te parece si empezamos con la entrega de la corona, después de ese día empiezan las vacaciones, así es que tenemos casi dos meses para que te acostumbres completamente a ser una chica y, no te apures, te inscribirás en la Universidad como una chica. No dije absolutamente nada, solo me limite a asentar la cabeza afirmativamente y esbocé una pequeña sonrisa.
Cara de Fernanda a los 28 años
Todo empezó, mi mamá me enseñó varios vestidos para la entrega de la corona, al fin elegí uno largo hasta el suelo color azul obscuro, corte sirena con un escote redondo, con un tul con bordado y  aplicaciones de encaje. Viendo con cuidad el vestido, le dije a mi mamá, que iba a estar difícil que se me viera bien, ya que para poder llevar ese vestido, necesitaría tener un cuerpo… y con mis mando señale las caderas y los gluteos …  Entonces mi mamá me dijo, no te apures, que de eso me encargo yo. Mi hermana también contribuyó para preparar el  día  de la entrega, que hace lo bautizamos. 
Llegamos al evento unos minutos antes de empezar, yo llevaba un abrigo que me cubría prácticamente todo mi vestido, la idea era que nadie lo viera hasta que fuera la hora en  que me presentarían como la Miss reinante que entregaría la corona a la nueva Miss. Al llegar fuimos a saludar a la maestra de inglés, al verme, puso una sonrisa enorme, y me felicitó, como siempre Fer, te ves increíble, nadie diría que eres un chico, me dio mucha pena pero, simultáneamente me hizo sentir muy bien, mi ego se fue
a las nubes. Obviamente Beto iba a ser mi pareja, el me llevaría al centro del escenario para le entrega de mi corona y se la pusiera a la nueva reina. La maestra nos llevó a unos asientos en en el salón donde todos los chicos participantes y las compañeras que les estaban dando ya los retoques antes de empezar el evento. En eso vi entrar a Beto, se venia espectacular, pues traía un esmoquin negro con camisa blanca, se veía muy formal, cosa que me extrañó, pues cuando se ponía trajes, eran un poco “folclóricos”. En eso me di cuenta que estaba observando a Beto desde un punto de vista que nunca lo había visto, eso me estremeció un poco, pero, como me dijo mi mamá, déjate llevar hasta donde te sientas cómodo.
A partir de ese día, tanto mi mamá como mi hermana me empezaron hablarme en femenino, pasé a ser la hermana e hija pequeña y, obviamente tuve mi cita romántica con Beto, como se lo había prometido…


Fin