viernes, 19 de mayo de 2017

Me Convertí en Chica por Amor a mi Mamá



Estimadas amigas, esta historia salió hace muchos años en la página web “http://www.petticoated.com/“, claro que yo la he enriquecido un poco para que sea más agradable su lectura, espero que les guste.

Antecedentes:
Para entender cómo se produjo mi feminización, tienen que saber un poco de mi pasado reciente hasta el día de hoy.

Tengo 20 años de edad y vivo con mi mamá, vivimos solos en la casa. Mi padre murió hace casi 2 años, después de batallar 14 meses con el cáncer.  Durante este período de la terrible enfermedad de mi padre, mi mamá y yo nos unimos muy estrechamente.  Podíamos confiar el uno con el otro, ya que fue un periodo muy terrible para nosotros dos.

No puedo decir que era un niño consentido, aunque soy hijo único, no cayeron en consentirme, me trataban como a cualquiera de mis amigos. En general yo estaba con mis amigos fuera de la casa. Pero durante la terrible enfermedad de mi papá, dejé a todos mis amigos y me dediqué en cuerpo y alma ayudar lo más posible a mis papas. Así es que todo lo que mi mamá me pedía, inmediatamente lo hacía, en ningún momento me quejé del trabajo, pues como mi mamá se dedico casi completamente a mi papá, yo tuve que hacer todos los quehaceres de la casa, lavar la ropa, ir a comprar el mandado, incluso aprendí a cocinar. Esta enfermedad de mi papá hizo que yo cambiara completamente, de ser una persona rebelde a ser una persona cooperativa y obediente al 100%, o sea, nunca objeté ni dudé en hacer lo que mi mamá me pidió.  
 
Una mamá vistiendo a Rodrigo
Los acontecimientos que llevaron a mi feminización:
 Todo comenzó un par de meses antes de Navidad.  Yo estaba casualmente navegando por Internet un día, cuando me encontré con una página web que se llama “castigo de la enagua”. Yo no estaba buscando algo como esto, por lo que podríamos decir que fue suerte o el destino que me llevaron a esa página.  Esta página trata sobre la corrección de niños extremadamente traviesos, que llegan a ser groseros, principalmente con las mujeres. Esto se logra obligarlos a vestir con ropas de mujer. La vergüenza y humillación es tan grande, que aceptan comportarse correctamente. Al leer todas estas historias, que son muchas, ya que son varios años de la edición de esta revista electrónica, inmediatamente se me movió algo dentro de mí, debo admitir que ha estado allí desde mi pubertad, más o menos a mis 13 años de edad- el deseo de vestirse como una chica.  Siempre he tratado de negarlo, ya que a final de cuentas, me siento bien y feliz el vivir como un hombre, pero el leer esas historias, hizo que ese sentimiento de ser chica saliera a la superficie. Me emocionó el poder ponerme una falda como lo hacía hace varios años. Claro que esto lo hice siempre que me quedaba solo en la casa, y eso fueron varias ocasiones, pues mis papás me dejaban solo en casa desde que tenía 12 años. Estas incursiones en la ropa de mi mamá, nunca pasaron más allá de ponerme sus vestidos, nunca me puse maquillaje o ropa interior, siempre era sobre mi ropa interior. Me daba pánico tomar ropa interior de mi mamá. Hasta la fecha no sé si solo era curiosidad o había o realmente tenía deseo de ser una chica. De lo que si estaba seguro, es que no me gustaban los hombres, en general me atraen más las mujeres. En la actualidad empiezo a ver a los chicos de otra forma, aunque todavía no siento atracción de tipo sexual hacia ellos, supongo que se debe a mi feminización.

¡Provando la ropa de mi mamá!
Después de terminar de ver el sitio de “castigo de la enagua”, deseaba vestirme de chica lo más pronto posible... 

Después de que mi papá falleció, mi comportamiento siguió siendo ejemplar, ya no me apetecía salir con mis amigos y únicamente perder el tiempo como lo hacía antes. Además, en esos 14 meses mis amigos de alguna forma ya se habían olvidado de mi y yo de ellos,  no tenía ganas de buscarlos. Así es que seguí siendo el hijo ejemplar ayudando a mi mamá en todo lo referente a la casa. Además, mi mamá tuvo que conseguir un trabajo, pues la pensión de mi papá no nos alcanzaba para poder seguir llevando el nivel de vida que estábamos acostumbrados, además que era una forma en que mi mamá se distraía. En resumen, pasé a ser el amo de casa, pues como yo no trabajaba, mi mamá y yo decidimos que yo me haría cargo de la casa. Debido a esto, una de las cosas que nos acostumbramos, mi mamá y yo, fue el sentarnos en la sala después de comer y platicarnos como nos había ido en el día. Yo le contaba mis peripecias al ir de compras así como si encontré una forma más fácil de limpiar algo y mi mamá lo que le pasó en su trabajo.

Un dos días después de haber leído ese fascinante sitio Web, me senté con mi madre a una de nuestras pláticas diarias después de comer.  Hablamos en general lo de siempre, pero en mi mente estaban las historias que leí en ese sitio Web. Entonces, se me ocurrió preguntarle a mi mamá si estaba contenta de que yo haya sido un chico en lugar de una chica, sí mamá, una hija con quien pudieran vestirse y platicar todas esas cosas de mujeres. Al principio, ella se me quedó mirando un poco sorprendido por esa pregunta. Una vez pasada la sorpresa, simplemente me respondió diciéndome que me quería mucho ya que independientemente de hombre o mujer, yo era una persona muy solidaria con ella, no podía haber tenido un hijo mejor que tú.  
Se nota mucho el parecido de
Pedro con su mamá ¿No creen?

De alguna manera no me respondió, pues yo no le pregunté sobre mi comportamiento que es lo que me dijo. Sentí que su respuesta fue para no hacerme sentir mal. Entonces decidí insistir en la pregunta. Mami, no me respondiste, yo te pregunté si te hubiera gustado tener una hija en lugar de un hijo, sin que esto quiera decir que no me has querido, eso queda por descontado, mami.  Ella se río un poco y se puso algo nerviosa. Haber hijo, cuando nos enteramos que estaba embarazada, inmediatamente pensé en que serías una linda niña, tan fue así mi presentimiento, que tu papá también cayó en ese sentimiento. Incluso te habíamos escogido el nombre de Fernanda. Te compramos algunos ropas de niña, incluso habíamos pintado tu cuarto con algunos adornos femeninos… Cuando mi mamá me estaba contando todo esto, vi como se emocionaba y me platicaba todo con mucho detalle. Así es que finalmente admitió que si le hubiera gustado tener una hija, pero que eso no quitaba nada el amor que sentía por mi.  Me extendió los brazos y me dio un gran abraso y beso diciéndome que me quería mucho, y más ahora que le ayudaba tanto en la casa, que así era muy feliz.

Esa noche casi no dormí pensando en lo que mi mamá me había dicho, en principio no me molestó, pero entre más pensaba en eso, empezaba a sentirme un poco mal, pues el haber sido chico no podía alegrar a mi mamá como ella hubiera querido. Entre este sentimiento y todas las historias del castigo de las enaguas en mi mente, no pude dormir esa noche.

Roberto y su Mamá
Al día siguiente, al entrar a la cocina, mi mamá ya estaba preparado mi desayuno como todos los días, y estaba terminando de arreglares para irse al trabajo. Al empezar a desayunar veía a mi mamá terminar de maquillarse y ya al irse se cambió sus zapatos, se puso un de sus tantos zapatos de tacón. Se despidió de mi dándome un beso, cosa que hacía mucho tiempo no hacía, no por ella, sino por mi, que les reclamé a mis papás que ya no me besaran, que era un hombre y no necesitaba de esos mimos, en ese entonces tenía 14 años. Ese beso me gustó mucho, no dije nada y vi como mi mamá se iba a su trabajo.

Como todos los días, terminé de desayunara, me fui a arreglar y fui hacer las compras del día. Al regresar me puse hacer el quehacer y en eso me quedé pensando que venía el cumpleaños de mi mamá, era en una semana, mi forma de pensar había cambiado tanto que ahora me preocupaba por poderle regalar algo a mi mamá. Para eso, había ahorrado una buena cantidad de dinero. Por más que pensaba no daba que comprarle a mi mamá. Cuando terminé todo mi quehacer, me senté un rato a ver la TV, era uno de esos programas que pasan al mediodía para las mujeres. En ese momento estaban pasando un reporte sobre modas, había una chicas modelando unas faldas. Eso me emocionó mucho, pensando que me gustaría poder usar una falda de ese tipo. Al estar pensando en eso se me ocurrió una idea de que regalarle a mi mamá y a la ves poderme travestirme completamente. Le regalaría una hija por un día y obviamente, yo sería esa hija. Eso me puso muy contento y empecé a planear todo…

Mi mamá regresó del trabajo, la saludé y ahora yo le di el beso, me hizo una cara de extrañeza, le dije,- qué, no puedo darle un beso a mi mamá- ella se sonrió y me dijo que claro que sí, que le gustaba esa nueva actitud mía.  Cuando terminamos de comer, como siempre nos sentamos en la sala a platicar. Inmediatamente saqué el tema de su cumpleaños, le pregunté que que quería hacer ese día. Me dijo que lo que más quería es pasarla conmigo todo el día, que no quería regalos ni nada de eso, simplemente que los dos disfrutáramos ese día. Entonces le dije que de todas formas yo le prepararía un regalo- entonces me preguntó que qué era, le dije que no se valía que le dijera, si no, no sería una sorpresa.  A partir de ahí mi mamá a cada rato me preguntaba que qué le iba a regalar, para que ya no me preguntara le dije que el viernes en la noche le decía su regalo, el sábado sería su cumpleaños.

Llegó el viernes en la noche, y yo pensé que a mi mamá ya se le había olvidado, pero no, me dijo, ya no te di lata con la promesa que me dirías que va a ser mi regalo. Entonces le dije que a la hora de ir a dormir le diría, se enojó un poco pero lo aceptó.

Al fin llegó la hora de ir a la cama, entonces le dije que su regalo iba a ser el tener una hija todo el día de su cumpleaños y que esa hija le llevaría su desayuno a la cama, así es que no debía parase de la cama hasta que le llevara el desayuno. Me di media vuelta y me encerré en mi cuarto, no le di tiempo a que me preguntara nada, solo oí a mi mamá decirme que no quería que trajera a ninguna amiga para hacer el papel de su hija y después oí que cerró su puerta.
Otra mamá que ahora tiene una nueva hija.












Dos Días Antes del viernes

Este día decidí ir a comprar lo necesario para poder pasar como la hija de mi mamá en su cumpleaños, que era el sábado. No me dio miedo ir a comprar ropa de mujer, pues lo que leí en Internet, me di cuenta que la mayoría de dependientas en las secciones de damas en las grandes tiendas, ayudan sin ningún problema a que los hombres compren prendas de mujer. Al llegar a la tienda, estaba un poco nervioso, pero al fin decidí ir con una dependienta en la sección de ropa para damas.  -Buenos días señorita, ¿será que me pueda ayudar?- Claro que sí joven, ¿qué desea? Mire, le dije, quiero un equipo completo de mujer, esto es, desde zapatos, ropa interior y un vestido o una falda y blusa. Muy bien ¿Y en qué talla los quiere? Pues no sé las tallas de la ropa de mujer, pero es mi talla. La señorita se me quedó viendo un momento y me preguntó: ¿Es para ti? Me puse rojo como tomate y tartamudee diciéndole que sí. No te de vergüenza chico, muchos hombres vienen a comprar su ropa femenina. Que bueno queme lo dices, pues así podrás probártela, solo respondí gracias y bajé la cabeza. ¿Cómo te llamas? Fernando, le contesté. Haber Nando, en que estas pensando, algo casual, una fiesta… No sé señorita… Cuéntame para que te vas a disfrazar de mujer… Eso me dio confianza y le platiqué la historia, o sea que era el regalo de cumpleaños para mi mamá,  al mirar a la señorita vi que le salían unas lágrimas de sus ojos, puse cara de preocupación, en eso me vio y me dijo: eres un chico muy valiente y se ve que adoras a tu mamá, pues estoy segura que no existe otro hijo que haga esto por su mamá, ven, voy a escoger lo mejor para ti, me agarró de la mano y me llevó a la ropa interior, me dijo, debes comprar unas pantaletas clásicas, pues los bikinis son muy pequeños y tú tendrías problemas, haciendo me una cara de pícara… Le contesté que sí, escogimos un conjunto color melocotón con un encaje color negro, realmente ella era la que estaba escogiendo la ropa.  Tomó tres faldas y tres blusas para que yo me las probara, medias, claro esas no me las probé,  después fuimos por los zapatos, entonces me dijo que unos de tacón bajo para que no hagas equilibrios ¿No? Entonces me atreví a decirle que yo sabía andar en tacones, que alguna vez me había puesto los de mi mamá, se sonrió y escogió unos color negro de 3 pulgadas. Me los probé y me quedaron perfectos, caminé un poco viéndome en el espejo, se veían fabulosos. Entonces le dije que una peluca del color de mi pelo, fuimos a donde estaban las pelucas que es la sección de perfumería y complementos. Saludó a la encargada y en un brevísimo resumen le dijo que yo necesitaba una peluca, y que la quería del color de mi pelo. Entonces la chica se quedó viendo mi cara y me dijo, mira chico, si el pelo es obscuro, va enfatizar tus rasgos, esto es se verá un poco que eres un chico, yo te recomiendo un color más claro, por ejemplo un castaño claro, y por tu edad puede ser un pelo que te llegue a los hombros. Al final salí con todos mis paquetes y pagué una buena cantidad de dinero, pero pensé que aparte de darle ese gusto a mi mamá, tendría un buen equipo para poderme arreglarme cuando yo quisiera. Ya que le pagué y me despedía, me preguntó que cuando sería ese evento, le dije que el sábado. Entonces me preguntó que si sabía maquillarme, le dije que no, que nunca lo había hecho. Entonces me propuso que si quería ella me podía ayudar, me quedé callado pensando… le dije que sí. Entonces me dijo donde vivía, el caso es que las casas estaban a unos cinco kilómetros de distancia. Me dijo que el sábado me pareara a las cuatro de la mañana, me metiera a bañar, me rasurara perfectamente todo el pelo de mi cuerpo y te vienes a mi casa. Te arreglo y te regresas a tu casa para prepararle el desayuno a tu mamá, ¿Qué te parece? Le dije que sí, le di las gracias y me fui, Guardé todas mis nuevas adquisiciones en la cajuela del auto, con mucho cuidado para que no se arrugara.

De nuevo el viernes en la noche.

Estaba muy nervioso por lo que iba a ser en unas horas. Estaba tan cansado que aún con o los nervios, me quedé dormido hasta que sonó el despertador, eran la 4 AM en punto. Me metí a bañarme con mucho cuidado, y me rasuré muy bien las piernas, por suerte soy lampiño de brazos y pecho y escaso de barba, así es que con una navaja nueva, quede perfectamente rasurado, mi piel quedó lisa. Me puse crema como me recomendó mi amiga dependiente.  Me puse unos pans y una camisola, mis tenis, salí y me subí con mucho cuidado al auto y me fui a casa de mi nueva amiga y cómplice.
Su mamá le ayudó a ser Miss 2012 de su escuela.

Lo primero que me dijo que pasara al baño a ponerme la ropa interior, empecé a tener problemas para ponerme el brassiere, entonces me preguntó Bertha, si me ayudaba, con toda pena le dije que sí, entonces entró y me lo abrochó en lo que me decía, que todas las chicas al ponerse su primer brassiere les costaba trabajo, de seguro que más adelante no tendrás problemas, me puse rojo cuando me dijo eso. Al salir del baño me sentó en su “coqueta” y lo primero que hizo fue empezar a depilarme las cejas, me las dejó de tal forma que no se notaran mucho como hombre, pero definitivamente bastante femeninas. Me dijo que me pondría muy poco maquillaje, pues en el día no es necesario andar tan maquillada. Al terminar de maquillarme, me puse las medias, que sensación tan grande, al final me puso unos pequeños rellenos en las tasas del brassiere, me puse la blusa y la falda, después los zapatos y Berta me prestó una bolsa que hacía juego y me llevó a un espejo de cuerpo completo. Me quedé paralizado, lo que estaba viendo era a una CHICA, no había rastro de mi masculinidad. 

Berta me dijo que dejara de verme en el espejo, que parecía una chica real y se río, yo me puse rojo de la vergüenza. Me dijo, no te creas, pero ya se ta va hacer tarde, recuerda que tienes que preparar el desayuno antes que tu mamá se despierte. Salí con un poco de temor, pero como todavía era muy temprano, no había mucha gente en la calle. Tomé el auto y me dirigí a la casa. Entré con mucho sigilo y me fui a la cocina a preparar el desayuno de mi mamá.  Tuve que ir a cambiarme mis zapatos, pues era ruidoso estar en la cocina con los tacones y me daba miedo despertar a mi mamá antes de tiempo. Le preparé unos huevos a la mexicana con tocino, café sin azúcar y una concha. Todo lo puse en una bandeja  y puse una rosa. Y una tarjeta que decía, con todo mi amor: tu hija Fernanda.

Subí con mucho cuidado a su cuarto, pero antes me volví a ponerme mis zapatillas. Toqué dos veces, hasta que oí que mi mamá dijo: entra Nando. Entonces abrí la puerta y entré, entonces mi mamá rápido se cubrió con su sábana y me dijo ¿Quién eres tú? Inmediatamente, tú vas a ser mi hija por el día de hoy, mi mamá me lo dijo con una cara de preocupación, entonces le contesté con una vos delicada, -no voy a ser tu hija por este  día-, SOY tu hija con mi voz de siempre, entonces vi como empezaron abrírsele los ojos, se paró y empezó a rodearme viéndome de arriba a bajo, hasta que preguntó ¿Eres tu Nando? Le respondí, sí mamá, te prometí que tendrías una hija esta día, ¿No te gusta tu regalo? Sí, me gritó a la ves queme abrazaba y me besaba, te ves hermosa, como la hija que siempre soñé y no dejaba de abrazarme. Al fin me dijo que mejor desayunábamos en la cocina, para no desaprovechar ni un minuto de estar con su hija. 
No se niega el parecido de Mario con su mamá.

Bajé con la bandeja a la cocina y preparar mi desayuno, pensé que mi mamá solo se iba a poner su bata y a bajar, pero oí que se estaba bañando, el caso es que tardé media hora en bajar. Bajo vestida, aunque no se había maquillado pero se veía guapísima, se lo dije. Entonces me dijo que se arregló porque no quería verse fea junto aun muchacha tan guapa. Hay mamá no digas eso, a ti nadie te puede ganar en hermosa, estuvimos cruzando piropos un buen rato. Ya que estábamos desayunando me pidió que le contara toda la historia de cómo se me había ocurrido este regalo. Le platiqué todo, incluso de mi nueva amiga Bertha, quien tuvo mucho que ver con la imagen que tenía. A, pues me das el teléfono de esa maravillosa amiga para agradecerle. Al terminar le di el teléfono de Bertha y fue hablarle. Oí como le agradecía el haber contribuido al fabuloso regalo queme había hecho mi hijo, bueno mi hija, después fui al baño y ya no oí en que terminó la plática. Al salir del baño, mi mamá me preguntó que como oriné, de pie o me senté, nuevamente me puse colorado, le dije que me senté, pues me dio miedo manchar la falda, nos reímos y fuimos a la sala. Al sentarme me dijo que tenía que enseñarme algunas cosas, como caminar, como sentarme, como mover los brazos, etc.  Así es que estuve practicando mucho, hasta que mi mamá me daba el visto bueno, entonces pasábamos a otro movimiento. En eso vi la hora y le dije a mi mamá que me dejara ir a preparar la comida, entonces me dijo que no, que saldríamos a comer fuera. Inmediatamente le dije -no mamá me da miedo salir vestido así- Entonces me tomó de la mano y me llevó al espejo y me preguntó: ¿Que ves? A un muchacho con un una fada o a una linda muchacha? Le conteste que a una muchacha. Entonces hija, así te verán todas las personas que se nos cruces y, si encontramos a alguien que nos conozca, le diremos que eres mi sobrina Nanda, ¿De acuerdo? Además eres mi regalo y yo quiero ir a presumirlo a la calle. Cuando dijo eso, volví a ponerme rojo de pena. Me abrazó y me dio un beso en la mejilla. Esta bien mami, me dijo -voy a mi cuarto para arreglarme, mientras levanta la cocina-, sí mamita.

Al rato bajó muy guapa, con ropa casual, también con una falda y una blusa y con muy poco maquillaje, me tomo de la mano y salimos. Al llegar a la calle nos encontramos con la vecina Julia, inmediatamente mi mamá y Julia se saludaron, yo quería que la tierra me tragara. Entonces Julia preguntó ¿Quién es esta hermosa chica? Inmediatamente mi mamá contestó -Mi hija- Entonces Julia levanto la mirada y entonces le preguntó, la cambiaste por Fer? Sí, le contestó mi mamá, entonces Julia le dijo, pues saliste ganado. Dirigiéndose a mi me preguntó mi nombre, solo balbuceé Fernanda, enfatizando un poco la a. Exclamó, que padre, eres tocaya de Nando, solo asenté la cabeza afirmativamente. En eso nos dijo -ya me voy, se me hace tarde, a ver si se vienen mañana a la casa y platicamos un poco, mi mamá le contestó que sí, si te parece comemos juntas. Muy bien, hasta luego Nanda, dirigiéndose a mi, nos vemos mañana Nanda, solo asenté la cabeza. Al seguir caminado mi mamá me dijo, ya viste Fer, Julia no te reconoció, además se quedo impresionada por tu belleza. Nuevamente me puse colorado, tu crees mami, claro que sí hija, ya verás mañana que vallamos a su casa, pero mami, mañana ya no será tu cumpleaños, así… Me dice después vemos, súbete al auto. Ya en el auto, me dijo mi mamá que antes de ir a comer le gustaría ir a una tienda, le dije que sí, pues yo ya me sentía más seguro, ya que nuestra vecina de muchos años no me había reconocido.

Resulta que la tienda a la que íbamos, era donde trabaja Bertha, y lo que mi mamá había hablado por teléfono con ella, que no oí yo,   era que me compraría varias mudas de ropa, tanto interior como vestidos, blusas y faldas. Yo estaba en “shock”, no decía nada, solo veía a mi mamá y a Bertha tan emocionadas.

A partir de ese día, nació la hija de mi mamá y, su hijo se desvaneció rápidamente. Les digo que realmente ahora soy más feliz, no solo porque mi mamá es feliz con una hija, sino que descubría que realmente yo quería ser una CHICA.
¡Una mamá con su hija! Pero no tan nueva, como la de la historia, pero sí también muy feliz...

10 comentarios:

María José dijo...

De nuevo Marijó, como dice la canción del Juanga "me pareazo tanto a ti". Un beso

Fernanda del Mar dijo...

Gracias mi querida Marijó, claro que me parezco tanto a ti, como decía el gran Janga. Supongo que eres esa española hermosísima que se cateaba con migo contándome sus aventuras ¿cierto? Por favor escríbeme, mi nuevo e-mail es: fernanda20delmar@yahoo.es
Te mando un beso tronador y un abrazo de oso.
Nanda

thalia rosita dijo...

Uno nunca sabe lo que la vida nos depara, pero si la vida te da la oportunidad de ser feliz, así sea de la manera menos convencional, aprovéchala.

Se siempre tu misma, no trates de imitar a nadie, eres original, única, irrepetible, se feliz.

Anda, vuela, sigue tu sueño, se feliz.

thalia rosita dijo...

todos los niños, jóvenes, hombres, deberían de probar, por lo menos una vez al año, vestirse, y arreglarse completamente como niña, chica o mujer, con nombre de mujer y actuar como mujer, para encontrar su lado femenino, y tal vez descubran muchas cosas. Dejar salir esa parte femenina que todos los niños, jóvenes y hombres llevan dentro reprimido o inconsciente. De pronto descubran no solo nuevas sensaciones, gustos, afectos, incluso pueden descubrir, que en la vida “real”, están atrapados en la parte que no les corresponde, o tal vez, se den cuenta, que eso no es lo suyo, que no les atrae y ya, no paso nada.

(ALFSAN)TRAVESTI DE CLOSET dijo...

hermosa historia

Anónimo dijo...

Buen relato, me gustaría ser como tú,un abrazo

Julia dijo...

Hola Fernanda, eres linda, me gustaría que platicaremos. Mi correo es ailuj56@hotmail.com también soy de Mérida y soy TV. Besos amiga

Anónimo dijo...

El asunto es que al no tener la capacidad de aceptarse asimismo; tal como Dios lo creo; el hombre solo encuentra una salida; una manera de escape en el gusto y el deseo y el placer erotico que le produce utilizar las prendas de mujer; accion que generalmente termina con saciar su deseo. Los hombres con estas deficiencias padecen de baja autoestima. Hay algo que también vale la pena mencionar; y es que a los varones nos abusaron con la imposición de la moda del horrible e incómodo pantalón. Ninguna parte del cuerpo de un varón se maltrata;ni se magulla;ni se machaca tanto como los genitales masculinos;los cuales todo el tiempo viven inmovilizados;y hasta RECOCINADOS; por el uso de los calzoncillos; y el maltrato de la costura central que une las piernas del pantalón llamada TIRO;porque todo el tiempo tira;por delante;y por detras;y entonces tiene que estar sacando el pantalón de entre las NALGAS;y de entre las piernas. Estas prendas pueden estar afectando el normal y buen funcionamiento del aparato reproductor; el aparato digestivo; y el sistema urinario. Además a raiz de la imposición del uso del pantalón; a los varones nos abusaron;porque nos obligaron a orinar de pie;lo cual es totalmente ANTINATURAL E IRRACIONAL; pues ningun ser humano se sienta en el sanitario; y hace la deposicion;y luego se pone de pie para orinar; pues como ustedes saben bien los 2 esfinter se abren sincronicamente; o al mismo tiempo; el hombre cuando va a orinar de pie; además de que ensucia el baño; dicen los médicos que se daña la Prostata.

Anónimo dijo...

Me hubiera gustado mucho ser como tu

Anónimo dijo...

Me hubiera gustado ser como tú, un beso

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