Hoy les traigo un pequeño relato que me pasó hace más de 15 años, fue cuando hice dos estancia académica en una Universidad de Valencia, separadas por un año. Al llegar, lo primero que hice fue conseguir donde hospedarme, un colega valenciano me lleva al departamento de una amiga de él que alquilaba un cuarto de su piso (departamento), ella estaba divorciada y vivía con su hijo. Beverly, le dio gusto que yo llegara a vivir con ellos, me dio todas las indicaciones sobre la casa, ella no parece inglesa, creo que se debe a que en esa época llevaba cerca de 15 años viviendo en España. Nos hicimos amigos (en ese momento), ella se acababa de divorciar, y se sentía mal, así es que trataba de distraerse lo más posible, pertenencia a varios clubes, uno de ellos estaba formado por puras mujeres inglesas, y, un día me confesó que no le gustaba ir, eran demasiado inglesas y, ella sentía que se aburría, pero no dejaba de ir, pues en el fondo ella se sentía orgullosa de ser inglesa. Como a las dos semanas, cuando yo regresaba al piso ya como a las 8 PM, yo me hacía mi cena, y coincidía con Beverly, así es que comíamos juntos y empezamos hablar de diferentes temas, algunas veces sobre su hijo o la relación que tuvo con el papá de su hijo. El caso es que pasamos las horas platicando y tomando vino o cava (champan catalán). Llegó el momento que yo era como una parte de esa casa, no solo un inquilino. Un día al llegar a la casa no estaba Beverly, así es que cené yo solo y después me fui a bañarme, al salir me puse mi camisón y mi bata la puse en la piesera de la cama (obviamente tanto el camisón como la bata eran de mujer), cerré la puerta y me recosté en la cama a leer un libro sobre la historia de España. Como a la hora, oí que llegó Beverly, y al rato me tocó la puerta, me preguntó sí quería bajar a tomar un té con ella, le dije que sí, pero queme iba a vestir, pues ya estaba en camisón, no importa, baja así, me dijo, hice de tripas corazón, me puse mi bata y salía, bajé las escaleras, ella estaba en la cocina, al entrar, nos saludamos y empezamos a hablar, no hubo ninguna reacción de parte de ella sobre la ropa que tenía puesta. Ella quería platicarme sobre su hijo, pues no le gustaba mucho la convivencia de él con la nueva pareja de su ex esposo, pues Julio,(el hijo de Beverly) y la pareja de su papá, se trataban con mucha confianza más que como la esposa de su papá. Yo le dije que hablara con Julio, diciéndole lo que pensaba, pero que de ninguna manera, le fuera a imponer ningún comportamiento, que le tuviera confianza a su Julio. Al terminar de hablar, le dije a Beverly si no había notado lo que traía puesto, entonces ella me vio y me dijo, pues te queda muy bien, no veo nada extraño, y nos reímos juntAs. Entonces le platique de mi vida y sobre mi travestismo…
Esta foto corresponde a ese día, la tomé antes de abrir la puerta y bajar a ver a Bervely. La foto la tome con el reflejo del vidrio de la ventana, por esa razón la foto no es muy buena. |
Un día, mi colega valenciano me invitó a cenar a su casa, me acompañó Beverly y mi mamá, que había ido a visitarme, al entrar, me presentó a su esposa Amparo, me recibió con una gran sonrisa, y luego, luego me dijo, así es que tú eres el mexicano que tanto ha comentado mi esposo y Julio, sonriendo le dije que sí, entonces Amparo me presentó a sus hijos. Pasamos una noche hermosa, platicando de diferentes temas, me preguntaban mucho sobre diferentes aspectos de México, en fin, mi mamá y yo vimos que al menos estos valencianos nos abrieron sus brazos y, fue una estancia muy agradable. A partir de ese día, me hice tan amigo de mi colega como de su esposa Amparo.
Se acabó mi estancia de seis meses, tuve que regresar a México, y al año siguiente, volví a Valencia a otra estancia académica, me hospedé nuevamente en casa de Beverly, y me encontré conque mi colega y Amparo se habían divorciado. Sentí un poco de tristeza, pues, mi estimación por los dos es mucha, pero lo que no se puede, pues no se puede. Para mi todos ellos eran y son mis amigas y amigos, empecé a frecuentados a todos. Era curioso, pues un día nos reuníamos mi colega, el ex de Beverly, cenábamos y después tomábamos vino o cava y nuestras platicas eran sobre la política tanto de la Universidad, como de España y de México y de escritores, yo opinaba de lo poco que sabía de literatura mexicana, eso sí, les explicaba con detalles la historia de México, ya que los españoles tiene una imagen muy deformada de nuestra historia.
Tomando Vino y Cava con mis colegas de la Universidad |
Otro día, nos reuníamos Bevely, Amparo y yo, lo mismo, cenábamos y después platicábamos tomando cava y vino. El tema de nuestras platicas eran los hijos y los hombres y, pues los tres platicábamos apasionadamente. Yo le daba consejos a Amparo de como se debería de actuar, no caer en desesperación, pues ella de repente sentía que había tirado por la borda su vida, pero por otro lado, ella misma sentía que no, que había hecho lo mejor para ella misma y su hijos. Ya con un poco de alcohol en nuestras cabecitas, Amparo comentó que yo era un chico que entendía muy bien la vida y, que era el primer hombre con el que podía hablar sin tapujos, parecía que estaba hablando con una amigA, o sea una mujer. Beverly rápido comentó, eso es, efectivamente, siempre que platico con Fernando, parece que estoy hablando con una amiga, y no con un amigo, al oír eso Amparo, exclamo, Fernando, tú tienes pensamientos de chica y de una chica muy inteligente, yo me puse colorado de la cara, y luego, luego Amparo se disculpo, que esperaban que no me hubiera ofendido, voltee y le dije, no te preocupes, al contrario, lo siento como un halago para mi… Se paró y me dio un abrazo y, de alguna forma le lagrimaron los ojos y me dijo, pues ahora serás mi amiga Fernanda. Nos paramos a bailar, estuvimos brincando como una hora (en la foto estamos bailando). Llegó la hora de despedirnos, nos deseamos lo mejor y quedamos que trataríamos de reunirnos más adelante, pues la pasábamos bastante bien.
Bailando con Bev y Amparo |
Pasaron cuatro semanas, al llegar a la casa Beverly me preguntó que si podíamos hacer una reunión con Amparo el viernes por la noche, le dije que sí, que no había problema. Así es que al día siguiente salí de la Universidad una hora más temprano para pasar a Mecadona (es como el Oxo en México) a comprar víveres, para prepararles una carne, con pimiento, maíces y un poco picante. Llegué a la casa a las 8 pm y me puse a cocinar, Beverly estaba preparando una ensalada, así es que la pasaríamos muy pero muy bien. Amparo quedó de llegar a las 10 pm, terminé de cocinar a las 9:30, subí a bañarme y arreglarme para la reunión. Salí del baño me puse una camisa y abrí el cajón donde tenía mis shorts (era veranos y yo siempre he usado shorts en verano) y vi mi falda que me traje de México, me dije pues me la pongo, así será una reunión de chicas… me quité mi camisa y me puse una blusa que había comprado en EL Corte Inglés (equivalente a Liverpool en México), entonces me dije, pues me arreglo completamente, al fin traje mi peluca larga. Cuando me estaba poniendo un poco de maquillaje, oí que llegó Amparo, rápido terminé y me puse mis zapatos de tacón alto (de 9 cm) y me dispuse a bajar. Obviamente se oyeron los tacones bajando las escaleras y las dos chicas me estaban esperando, me aplaudieron y nos abrazamos dándonos las buenas noches. Nuevamente hablamos de los hijos y los hombres, las dos se quejaban de los hombres que no les gusta comprometerse, entonces yo les dije que dejaran de buscar, que las cosas se dan solitas, a veces no ocurre, pero buscar hombres, es forzar algo que seguro llegara al fracaso. Yo les decía que yo no tengo ese problema con los hombres, ¿por qué?, me preguntaron, pues por que a mi me gustan las mujeres, jajajaja, nos reímos. La noche terminó, acompañé a Amparo a su finca (edifico) que estaba a tres cuadras, ahí nos volvimos a despedir y yo regresé a la casa.
Aquí, tres amigas pasando una noche bohemia
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Como anécdota, Amparo a partir de ese día, me hablaba en femenino, aun en la calle, yo me ponía rojo de pena, pero así me ve mi amiga y así la acepte.
Ya estando yo en México y, habían pasado algunos años, un día de mi cumpleaños, recibí un correo de Amparo y Enrique (su pareja actual, ya llevan más de 10 años felices), me felicitaban y me mandaron un dibujo que ellos dos habían hecho dedicado a mi (se me olvidaba comentarles que Amparo es una pintora, yo poseo un original de ella, que me regaló y me lo dedicó, en otra ocasión les comento la dedicatoria), es una versión de la obra adjudicada a Bartolomeo Véneto que suponen que representa a la hermosa Lucrecia Borgia (La historia oral, la ha puesto como una intrigante y envenenadora, eso es totalmente falso, ella siempre fue manipulada por su papá (el papa Alejandro VI) y su hermano César, yo estoy fascinada con mi regalo, espero que a ustedes les guste como a mi.
Fíjense que en la dedicatoria, falta la última vocal de mi nombre, eso significa mi dualidad de género.
1 comentario:
my lindo, que gratas experiencias
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